(Publicado en : La Gaceta Rural) Proponen que la EEAOC y los laboratorios elaboren graminicidas para lograr un mejor control de las malezas más resistentes.
La resistencia a los herbicidas no es exclusiva en el uso de la “Siembra Directa”, sino que también apareció en otros cultivos que son tratados como monocultivos y no se rotan los herbicidas para el control de malezas. La producción de citrus ya conoce este problema, ya que fue anunciado en congresos y publicaciones.
La Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC) de Tucumán realizó días pasados una jornada donde técnicos y empresarios deliberaron sobre esta compleja problemática. El encuentro sirvió para intercambiar información sobre la presencia de algunas especies de malezas que, desde hace tiempo, se comportan como tolerantes y/o resistentes al glifosato, principal herbicida usado en los cítricos.
En este sentido Daniel Ploper, director técnico de dicha institución, afirmó que el tema del uso de los agroquímicos en los cítricos es muy complejo como consecuencia de las exigencias en materia de inocuidad, tanto en fruta fresca como en los derivados industriales. La Eeaoc trabaja desde hace tiempo en malezas; fuimos los que iniciamos el estudio del problema en esta zona del país. Desde el Programa Citrus seguiremos avanzando para brindar soluciones. Ignacio Olea, jefe de la Sección Malezas, manifestó que los productores son los que identifican las malezas en los lotes y con esa información, podemos determinar los lineamientos e investigaciones a seguir para lograr respuestas adecuadas para su control. Fausto Folquer (asesor privado) subrayó que si bien las malezas en citrus fueron tratadas exitosamente con glifosato durante muchos años,
la actual situación de resistencia en ciertas especies obliga a modificar la estrategia. “Hace tres campañas apareció la Echinochloa, tema que preocupa porque está generalizándose en muchas quintas de Tucumán”, señaló el profesional. Admitió que “debe realizarse un trabajo conjunto entre la Eeaoc y los laboratorios, para que se registren nuevos herbicidas (por ejemplo graminicidas), a fin de disponer de más herramientas para manejar esta maleza”. En cuanto a la E. colona, Folquer remarcó que la clave está en tratarla en los estadíos iniciales de la invasión, para evitar que semille y se disemine.