El riego es una de las tecnologías que mayor impacto puede llegar a tener en el rendimiento final de un cultivo, pero a su vez es el que mayores dudas genera en los productores a la hora de invertir. El monto de la inversión es muy alto, y para que sea efectiva debe ser acompañada por un alto grado de conocimiento. Por eso, el taller sobre riego en maíz dictado en el congreso de Aapresid por Martín Passman, productor agropecuario, especialista en riego y fundador de la empresa Irri Management Argentina, fue de las que más interés generaron en el público. (Fuente: Clarín/Rural)
Entre las variables a tener en cuenta al momento del riego, según explicó el especialista, la principal es la curva de evapotranspiración. “La cantidad de agua que aplicamos debe cubrir la cantidad de agua que el cultivo está perdiendo. Hay que ver cuánto creemos que demandará cada día y en cada momento del cultivo”, dijo Passman.
El 30% del agua que se evapora sale directamente desde el suelo, y el productor debe intentar que ese porcentaje sea cada vez menor. “A mayor evapotranspiración, es decir mayor consumo de agua por parte de la planta, tendremos mayores rindes”, graficó Passman, y remarcó la importancia de conocer bien el suelo en el que se trabaja, que es la “cuenta corriente” de los productores. La capacidad de almacenaje de agua del suelo, la profundidad que se quiere cubrir y la capacidad de infiltración son algunas de las variables a tener en cuenta.
“Hay que cubrir la demanda de agua en los momentos de máxima necesidad. Si no hay infiltración, el riego es ineficiente. Si hay menor profundidad de suelo hay que hacer más aplicaciones con menor intensidad”, dijo el experto.
El momento indicado para tener a mano los sistemas de riego, según explicó Passman, comienza veinte días antes de la floración y dura hasta los veinte días posteriores a la floración. “En ese período, el cultivo es más sensible al estrés hídrico”, dijo el experto.
Consultado por la densidad de siembra más conveniente en lotes bajo riego, Passman dijo que debe ser 15-20% mayor que en el resto de los lotes de la zona. Respecto a cuál es el momento de dejar de usar los equipos de riego del lote, el especialista dijo que lo mejor es esperar hasta la madurez del grano. “En los maíces modernos se recomienda seguir regando e incluso fertilizando en el momento de llenado de granos. Una buena alternativa es la ferti-irrigación, que es simple, eficiente y amigable con el medio ambiente. Cuando vemos la línea negra que marca la madurez del grano, se puede sacar el equipo“, explicó Passman.
La experiencia de la última campaña dejó con sed a muchos productores; la tecnología y el conocimiento son un buen trago para saciarla.