El marco del congreso también sirvió para el lanzamiento de nuevas empresas. Rizobacter y Bioceres presentaron la compañía Semya, un proyecto que profundiza la relación entre ambos socios, para producir semillas que se desarrollan en yunta con inoculantes, biofertilizantes y biopesticidas. “La sinergia es muy grande. Con los productos biológicos de Rizobacter nuestros germoplasmas van a poder expresar todo su potencial a campo”, explicó Claudio Dunan, director de Estrategias de Bioceres, en una conferencia de prensa. (Fuente: Clarín/Rural)
“Creemos que el combo genética más productos biológicos puede competir muy bien en Brasil y Paraguay, pero también tenemos representantes en EE.UU. y en muchos otros mercados”, adelantó Ricardo Yapur, presidente de Rizobacter Argentina.
Hace varios años que las dos empresas trabajan en forma conjunta, y ya lanzaron una variedad de soja que se comercializa con un inoculante.
Pero la vinculación estratégica ahora crece para desarrollar semillas de soja, maíz, trigo y alfalfa, junto con los productos biológicos que se diseñaron en forma específica para esta genética.
“La posibilidad de competir con un producto integrado es una ventaja competitiva muy interesante”, aseguró Dunan.
En este sentido, la alianza con Rizobacter, que comercializa en 20 países, puede abrir mercados para el germoplasma argentino.
Los distintos desarrollos biotecnológicos se irán lanzando en los próximos cuatro años, con una inversión que se estima en 10 millones de dólares.