(La Gaceta/Rural) Se completaron con éxito las pruebas de confirmación de los tratamientos con frío para naranjas y mandarinas desarrollados por la EEAOC en el año 2003 y necesarios para posibilitar la exportación de estos cítricos a Japón, país que considera a la EEAOC como centro mundial de referencia para el desarrollo de tratamientos cuarentenarios.Desde el 18 al 23 de Julio, Toshiyuki Dohino –entomólogo cuarentenario de la Estación de Protección Vegetal de Yokohama perteneciente al Ministerio de Agricultura, Silvicultura y Pesca de Japón (MAFF según sus siglas en inglés)-, en conjunto con funcionarios del SENASA, auditaron las pruebas de confirmación realizadas en la Estación Experimental de El Colmenar. Los estudios incluyeron el tratamiento con frío a 2,1ºC durante 21 días para naranjas y 23 para mandarinas, con el objetivo de eliminar posibles infestaciones con Ceratitis capitata, plaga no presente en territorio japonés. En presencia de Dohino, se comprobó que los tratamientos propuestos eliminaron el 100% de las larvas de la mosca del mediterráneo en las especies cítricas sometidas al tratamiento, inoculadas con más de 12.000 larvas cada una. En breve, el SENASA elevará su informe sobre los resultados de las pruebas para su análisis por la contraparte japonesa; allí, esos datos serán analizados, corroborados, e integrados en una propuesta que, de ser aprobada mediante consulta pública, podrá convertirse en la norma que permita la importación. Obra como antecedente la autorización por parte de Japón del ingreso desde Argentina de pomelos, limones y naranjas de la variedad “Valencia”,trámite que contó entonces –2003- con el resultado de los estudios realizados por la EEAOC. El actual desarrollo permitiría la apertura de ese importante mercado a las mandarinasdel grupo de “Clementina”, “Murcott”, “Ellendale”, “Tangelo Nova”; y a las demás variedades de naranja, grupo “Navel” y “Salustiana”. Con el financiamiento de las investigaciones por parte de CECNEA , AFINOA y Federcitrus, el aporte científico-técnico de la EEAOC y la gestión del sector oficial encarada por el SENASA, que llevó adelante la negociación, caería así una importante barrera fitosanitaria que impedía ampliar el mercado mundial cítrico.