El mundo pide más y más

La Fundación Producir Conservando dice que Argentina producirá 135 millones de tone- ladas en 2020. Países emergentes e infraestructura, en la mira.
 El ejercicio de imaginar el mediano y largo plazo debe ser considerado una necesidad básica. Así lo considera la Fundación Producir Conservando (FPC), que entre sus objetivos destaca la investigación y el análisis de tendencias que marcarán la producción en el futuro.
Con el objetivo de encender los faros largos de la Argentina y pensar en los años que vienen, esta semana la FPC realizó su seminario anual en Buenos Aires, bajo el lema “Paradoja Argentina 2020: la oportunidad de la creciente demanda mundial de alimentos y las limitantes de la infraestructura”. (Fuente: Clarín/Rural)Según el economista Juan Llach, uno de los disertantes, la clase media mundial se quintuplicará durante el período 2010-2040, pasando de 920 a 4.966 millones de personas. Impulsado por ese segmento de la población, el consumo de alimentos crecerá aproximadamente un 24% hasta 2020, llegando a 1,885 billones de dólares, dijo el economista, y agregó que “los países emergentes seguirán siendo por mucho tiempo los principales socios de la Argentina”.
Al analizar en detalle la conformación de semejante crecimiento en el mercado alimentario, Llach aseguró que la participación de China es muy relevante, pero advirtió que la Argentina no debe depender exclusivamente del gigante asiático.
“Los chinos van gradualmente a una mayor dependencia de los mercados globales. Pero la mayoría de sus importaciones oleaginosas serán de granos, pues apuntan a hacer el crushing ellos mismos, mientras que la Argentina piensa en la exportación de aceites y harinas”, dijo.
Para ilustrar, expuso sus cálculos, según los cuales en 2020 el 81% de las importaciones chinas del complejo oleaginoso serán semillas. En contraste, solo el 20,6% de las exportaciones oleaginosas argentinas serán semillas. “Se debe pensar más allá de China y buscar mercados en las otras regiones emergentes”, dijo Llach, y recordó que los mercados no son espontáneos sino que hay que trabajar y ganárselos.
Para concluir, imaginó diferentes posibilidades para el futuro, con el 2020 como objetivo. Según sus cálculos, “de mantener las actuales restricciones que afectan a la producción, el costo para la Argentina sería de al menos 20.000 millones de dólares menos de producción y 15.000 millones menos de exportaciones”.
Otro escenario posible planteado por el economista, de mayor agrado para los asistentes al seminario, fue el de un modelo con creciente integración productiva y desarrollo de las cadenas de valor. Para que esto sea posible, es vital una visión de largo plazo de las necesidades del sector productivo. Eso fue lo que aportaron Gustavo López y Gustavo Oliverio, quienes durante el seminario presentaron un trabajo sobre la infraestructura del transporte granario.
“Actualmente, la infraestructura ya es una limitante, y estamos hablando de un aumento de la producción del 30% al 2020”, dijo Oliverio, coordinador de la FPC. “El desafío que enfrenta el país es que, frente al enorme potencial de crecimiento que brinda la demanda mundial de alimentos, hay factores fundamentales como la infraestructura de transporte que deben mejorarse”, añadió.
La FPC estima que en 2020 el país producirá 135 millones de toneladas de granos, pero advierte que en la actualidad el crecimiento se da en un marco no sustentable.
Actualmente, el 83% de la producción de granos argentina se traslada en camión, el 4% lo hace por hidrovía y el 13% utiliza el ferrocarril. “Estas proporciones deberán cambiar en forma significativa para hacer viable la mejora productiva prevista para el fin de la década. Los ferrocarriles y la hidrovía serán centrales para las distancias largas y deberán crecer en forma importante para descomprimir el sistema actual”, aseguró López.
Pero la falta de sustentabilidad no se limita a la capacidad de transporte y almacenamiento, sino que también abarca al aspecto ambiental. “En la próxima campaña, la reposición de nutrientes vuelve a ser una preocupación; estamos lejos de una reposición sustentable”, alertó Oliverio.
Al cierre de la jornada, Pablo Vaquero, presidente de la FPC, hizo hincapié en los grandes cambios generados por los avances tecnológicos en las últimas dos décadas. “El contexto mundial está sufriendo cambios acelerados, y la ciencia y la tecnología nos traen certezas entre tanta incertidumbre”, dijo.
Para concluir, retomó un tema central: “El crecimiento de la clase media en el mundo ofrece una oportunidad que estamos en condiciones de aprovechar”, dijo

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