Ahora exigen alimentos con calidad certificada

Junto con el incremento de la demanda de alimentos en el mundo, los consumidores elevan la apuesta a la hora de elegir en la góndola. Piden que esos productos aseguren no sólo inocuidad sino también la calidad, aunque esta vez certificada. Un representante de Global GAP disertó en la EEAOC sobre los nuevos estándares de exigencia en los principales mercados.

Está técnicamente probado que la población mundial siempre necesita alimentos, pero actualmente la mayoría de los mercados no consumen cualquier cosa, sino todo lo contrario; buscan de manera permanente que sus alimentos tengan asegurada inocuidad y calidad, pero ahora buscan otros aspectos que esos alimentos deben reunir.
En una charla que ofreció en la EEAOC, el director de Marketing y Comunicación de Global GAP, Flavio Alzueta, señaló que los compradores de productos que llegan a ciertos mercados piden que tengan una certificación de calidad.Actualmente los compradores han decidido que sea así, de modo que en cualquier esquema de organización es fundamental primero certificarse y luego intentar buscar nuevos mercados.
(Fuente: La Gaceta/Reporte Rural).Global GAP es un organismo privado -con sede en Colonia, Alemania- que establece normas voluntarias a través de las cuales se certifican los productos agrícolas (incluyendo acuicultura), y sus acreditaciones constituyen uno de los estándares más exigidos por las cadenas europeas de frutas y hortalizas.

Este funcionario nacido en la Argentina resaltó que desde el Global Food Safety Initiative (GFSI), organismo creado en 2000 por iniciativa de 450 directores generales de las empresas más grandes del mundo (Coca Cola, McDonald’s, Kraft, Cargill, Walmart y otras de esa envergadura), declararon que a partir de ahora ellos establecerían cuáles serán los estándares reconocidos de inocuidad que valen para trabajar con sus socios.

El GFSI reconoce como estándares oficiales, además de Global GAP, único y exclusivo en producción primaria, a otras firmas como BRC, FSSC 22000, Canadá GAP, Global Acuaculture Alliance Seafood Procesig Estandar, Grms, IFS, Primus GFS, Safe Quality Food.

En la última reunión que el GFSI realizó en Chile, se eligió trabajar con organismos altamente exigentes y, afirmó, que en la fase de producción optan por Global GAP, Primus y SQF (estos dos últimos son estándares de EEUU); y para la fase de manufactura, la FSSC 22000 (norma basada en la ISO 22000), BRC e IFS.

La inocuidad alimentaria en el mundo adquiere cada vez más importancia, ya que se da garantía de que un producto no causará daño al consumidor. Este es un tema crucial en casi todos los países, fundamentalmente en Estados Unidos, donde un incidente alimentario reciente, causado por Lysteria, ocasionó la muerte de varias personas.

Para la Unión Europea el tema de la inocuidad es un aspecto sobre entendido, y los próximos esfuerzos están orientados hacia la sostenibilidad y sustentabilidad, y al uso eficiente del agua.

Por suerte, los productores y empresas agropecuarias argentinas, y muchas tucumanas, están trabajando en este sistema de certificación de calidad y colocan sus productos en los mercados más exigentes del mundo.

El camino indicado
Según un informe elaborado por la consultora local Indiana Mendilaharzu y Asociados -especializada en gestión de calidad-, en la actualidad existen unos 112.600 productores que certifican en el mundo. De ese total, hay 1.100 productores argentinos certifican con normas Global GAP (Summit Alemania 2011).

El limón es el cultivo individual con mayor superficie certificada en la Argentina y el 93% se encuentra en Tucumán. El 52% de la superficie cultivada con limón argentino está bajo certificación y el 93% de la superficie certificada se encuentra en Tucumán con 21.370 ha. El 62,5% de la superficie cultivada con arándanos en la Argentina está bajo certificación y el 22% de la superficie se encuentra en Tucumán, además de palta y papa semilla.

Es indiscutido que realizar certificaciones de calidad de nuestros productos no hace otra cosa mas que abrir puertas y en la actual situación de crisis de muchos de los países consumidores de nuestros productos, el tener certificaciones de calidad nos permite mantener los mercados.

Como dijimos el mundo necesita más y mejores alimentos que estén garantidos en cuanto a su inocuidad y que se producen bajo normas que protegen al medio ambiente. Es por ello necesario que los productores, técnicos, certificadoras y especialistas en la aplicación y certificación de estas normativas continúen trabajando como lo están haciendo y que cada vez más productos y productores puedan sumarse a las exigencias actuales del consumo. Esta es una muy buena forma de dar valor agregado a nuestros productos.

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