(Fuente: La Gaceta Rural) La Eeaoc, junto a la Asociación Tucumana de Citrus y la Asociación Fitosanitaria del NOA (Afinoa) vienen desarrollando, desde 2006, un Programa de Prevención destinado a la asistencia de productores, para enfrentar la eventual manifestación de HLB en nuestras plantaciones. En una mesa de trabajo, un grupo de productores delineó algunas líneas de trabajo:
a) Las barreras deben servir para evitar el ingreso de brotes o yemas de citrus sin la debida certificación emitida por las autoridades. Y, además, se deben respetar todos los controles fitosanitarios impuestos por el Senasa en el territorio nacional.
b) Debe realizarse en la región un monitoreo intenso, minucioso y sistemático de fincas y arbolado urbano, para la identificación de la presencia del vector y de síntomas tempranos de la enfermedad.
c) Deben enviarse muestras sospechosas de plantas con síntomas (ramas, brotes, hojas y frutos) y de ejemplares del vector para su examen de laboratorio (que conforman el área de servicios de laboratorio).
d) Es importante que todos los productores realicemos un control químico y biológico del vector en fincas en caso de ser identificado.
e) Si se llegase a descubrir la bacteria causal de HLB en el interior de una plantación, se debe realizar la eliminación total de las plantas infectadas. Debe tomarse, en estos casos, el recaudo de tratar químicamente la raíz de la planta erradicada, para evitar el rebrote, porque la bacteria permanece en los restos de esa raíz.
f) Cuando se requiera realizar una nueva plantación, los productores deben utilizar sólo plantines obtenidos en viveros protegidos con mallas antiáfidas.
g) Siempre se dijo que la presencia de plantas hospederas del vector debe evitarse, por lo que no debemos plantar y debemos erradicar todos los ejemplares de la planta doméstica Murraya paniculata, conocida vulgarmente como “Mirto” o “Jazmín naranja”.
Esta planta es la hospedera preferencial, tanto de la bacteria como del del insecto vector que la transmite.