(Fuente: La Gaceta Rural) La producción presenta numerosos factores que afectan negativamente el cultivo y reducen su rendimiento y calidad.
La actividad porotera, en lo referido al cultivo y comercialización, en la región del NOA, tiene más de 50 años de historia y ha recibido un gran aporte tecnológico de distintas instituciones oficiales a partir de fines de la década del ’70, en la que colaboraron también productores de diversa envergadura, comentaron el doctor Oscar Nicéforo Vizgarra, coordinador del Proyecto Legumbres Secas de la EEAOC, y la becaria de dicha institución, Silvana Mamaní Gonzáles.
Los técnicos afirmaron, a la vez, que la producción de poroto demostró ser, además, una de las mejores alternativas en la diversificación agrícola de la región por las excelentes condiciones agroecológicas para la producción de legumbres secas. Es el principal cultivo, además, para el desarrollo de la región subhúmeda seca y semiárida del NOA por su buena adaptación, como integrante principal de los sistemas de rotación que se pueden diseñar para esta amplia superficie.
Al sembrarse a mediados de la estación de verano, cierra el ciclo de siembra de los cultivos estivales, ampliando el período de siembra de los mismos, cuestión muy importante en una región donde la variabilidad climática y la disponibilidad de agua edáfica definen la siembra, y juegan roles imprescindibles en el rendimiento futuro.
Con respeto a lo que sucedió la campaña pasada, se puede decir que la falta de precipitaciones, la irregularidad en la distribución de las mismas y las elevadas temperaturas retrasaron el momento de siembra y disminuyeron el área sembrada con los principales cultivos de granos de la provincia (soja y maíz), al igual que con poroto negro. Casi el 50% de la siembra de poroto se realizó después del 20 de febrero. Se estima que la superficie sembrada con poroto negro en Tucumán fue de 4.000 hectáreas (ha), alrededor de un 50% menos que la cobertura hecha en 2011.
Las condiciones de sequía favorecieron la presión de la “mosca blanca” durante el desarrollo del cultivo, lo que provocó ataques de virosis.
Rinde y calidad
El rendimiento promedio estimado de poroto negro en Tucumán, en la campaña 2012, fue de 0,8 t/ha, un 56% inferior al rinde de 2011. El bajo rinde fue consecuencia de la sequía al comienzo de la campaña, las precipitaciones por encima de lo normal en abril, que provocaron el alargamiento del ciclo del cultivo y, finalmente, por las heladas ocurridas durante la primera quincena de junio.
Como cualquier sistema productivo, la producción de poroto presenta diversos factores que afectan negativamente el cultivo y reducen su rendimiento y calidad. Estos factores están clasificados en “Biológicos” como las enfermedades, las plagas y las malezas; en “Edáficos”, como la presencia de sales, carencias o excesos de nutrientes, el PH y las condiciones del suelo como morfología, textura y estructura y, los “Climáticos”, como las temperaturas extremas y las precipitaciones excesivas o deficientes.