En la segunda jornada del 4º Congreso de cultivo de verano para el Norte Argentino celebrado en la Sociedad Rural de Tucumán, uno de los bloques estuvo destinado a la mejora de la calidad del sistema.
Previo a las disertaciones, la empresa Basf realizó una demostración técnica de un nuevo producto para el control de plagas y enfermedades en el cultivo de soja; a continuación, profesionales de la sección granos de la EEAOC expresaron las propensiones en el manejo de cada cultivo de verano en la región y se explayaron en el comportamiento del sistema en un año de extrema sequía.
Abrió las exposiciones –que tuvieron como moderador al Ing. Mario Devani, jefe de la sección Granos de la EEAOC- el Ing. Fernando Ledesma, coordinador del Proyecto Soja, quien en su análisis abarcó aspectos influyentes del ambiente y se refirió al suelo de nuestra región caracterizado por “una baja calidad estructural”.
Repasó cómo el cultivo de la soja en el NOA se desarrolla en un ambiente con tendencia al estrés hídrico, pero puntualizó que “también esos elementos son variables y pueden modificarse cada año”.
Para el investigador, una de las claves para lograr un sistema sustentable y más productivo pasa por la rotación de cultivos; señaló que la siembra directa ha contribuido a la mejora de los suelos y permitido la expansión de los cultivos hacia zonas antes consideradas marginales.
El Ing. Ledesma fue categórico al afirmar que el monocultivo de la soja -que viene desarrollándose desde hace tiempo- está atentando contra la sustentabilidad del sistema de producción. “En los últimos años observamos que nos hallamos con niveles promedio de un 15 por ciento de rotación; la tendencia es de una campaña con gramínea cada 6 o 7 años y eso es, prácticamente, un sistema de monocultivo”, manifestó.
A su turno y en la misma línea de razonamiento, el Ing Daniel Gamboa, coordinador el Proyecto Maíz de la Estación, insistió en la necesidad de rotar los cultivos y se extendió en los beneficios que esa práctica potencia: “los pilares de la sustentabilidad son la rotación, la siembra directa y la nutrición y fertilización”, advirtió
El Ing. Oscar Vizgarra, coordinador del Proyecto Poroto de la EEAOC, brindó un panorama histórico sobre ese cultivo en nuestra región, remarcó la importancia de las variedades liberadas desde la EEAOC y enumeró algunas de las principales enfermedades de la región.
El Ing. Oscar Ricci, asesor privado de la región Noa con más de 40 años de experiencia en soja, manifestó que en el manejo de ese cultivo él siempre asume que “el año va a ser seco y explicó: “Mi estrategia está focalizada en el manejo del agua para estar prevenidos” y recalcó la importancia del barbecho para controlar las malezas.
Hizo hincapié y aconsejó sembrar variedades del grupo 8. “Su rendimiento es más estable aún bajo condiciones de sequía y son las que salvan el puesto”, graficó.
Comparó la sequía de la reciente campaña 2011-2012, con la de los años 1988-1989 y marcó diferencias: “En el 88-89 no había siembra directa; se cultivaban los suelos y como consecuencia se perdía mucha más agua. Tampoco existían las variedades transgénicas resistentes al glifosato que surgieron recién en el 1996. Se cultivaba con escardillo para controlar las malezas y eso generaba más pérdida de agua. Se usaban además otros herbecidas que necesitaban mayor humedad para actuar, por lo que los rendimientos de soja y maíz en la campaña 88-89 -y el área sembrada- fueron muchísimo menores que las actuales”, sintetizó el especialista.
Una de las conferencias más esperadas de la tarde fue la el Dr. Juan Leonidas Minetti, Director del Laboratorio Climatológico Sudamericano-Fundación Caldenius y Profesor dela UniversidadNacionalde Tucumán.
El reconocido climatólogo tucumano trazó el pronóstico de lo que sucederá en los próximos meses -dato fundamental para el desarrollo de los cultivos- y advirtió que la NASA (Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio de los Estados Unidos), anticipó que “este va a ser el año más cálido en el mundo desde que se registra la temperatura en el planeta”
El diagnóstico para Tucumán develado por el catedrático: “el mes de octubre, seco; noviembre, húmedo; la primera mitad de diciembre, seca y la segunda, húmeda. Enero y febrero próximos serán secos”.