Con la quema se pierden carbono, nitrógeno y nutrientes

(Fuente: La Gaceta/ Rural) Numerosos ensayos realizados por la EEAOC en el Este de Tucumán, indican que mantener el RAC como cobertura o “mulching” en el suelo trae numerosos beneficios para la producción de caña de azúcar, entre los que se encuentran: a) conservación de la humedad del suelo, b) incorporación de materia orgánica y nutrientes al suelo, c) disminución de la compactación por tránsito de maquinarias, d) disminución de la población de malezas y ahorro de herbicidas, e) disminución del ataque de algunas plagas y, f) disminución de la erosión del suelo.

Cuando se quema el residuo de la cosecha, entre el 70 y el 90% del nitrógeno, el carbono, y en menor cantidad otros nutrientes contenidos en el RAC, se pierden a la atmósfera. “Cuando se mantiene la cobertura de RAC se aporta materia orgánica al agroecosistema”, favoreciendo el reciclado de nutrientes y, en el mediano plazo, “se mejoran las condiciones de fertilidad del suelo, con los consiguientes beneficios para la producción”.

Por otro lado, el “mulching” funciona como una barrera física que evita que el agua acumulada en el suelo se evapore rápidamente.

Por ello, “los cañaverales que crecen en secano con cobertura de RAC, pueden lograr mayores producciones culturales”, al tener el suelo -en estas condiciones-, mejor contenido hídrico que el suelo desnudo. Esto es especialmente notable en años secos, como fue 2012, o en zonas de bajas precipitaciones, donde la influencia de la cobertura sobre la humedad del suelo puede ser un factor determinante para obtener mejores rendimientos culturales.

Mejor rinde cultural
Ensayos realizados por la Eeaoc, desde 2008 a 2012, demostraron que en cañaverales del Este de la provincia, en lotes sin problemas de drenaje, la cobertura de rastrojo puede incrementar los rendimientos culturales.

Por ejemplo, en 2012, en Leales, se obtuvo hasta 37% más de producción en los cañaverales con cobertura de RAC, comparados con cañaverales en donde se eliminó el residuo. En este año en particular, los cañaverales manejados con cobertura de RAC presentaron tallos más altos, más gruesos y más pesados, que los que crecieron sin cobertura. Esto evidencia que “la cobertura mitigó el efecto de la sequía”.

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