La zafra 2020 se inicia con gran heterogeneidad de situaciones y de rindes culturales esperables

(Fuente: EEAOC, Publicado en La Gaceta) Con el pronto inicio de la cosecha y de la molienda, Eduardo Romero, de la Eeaoc, brindó detalles sobre el estado de este cultivo.

En pleno contexto de la pandemia global del covid-19, que transformó la forma de trabajar en diversas actividades y que afectó en modo considerable la ya complicada situación económica del país y de la provincia, comenzará una nueva zafra azucarera.

Debido a su inminente inicio, los ingenios tucumanos están en pleno plan de puesta a punto, al tiempo que los campos empiezan a tener un estado de maduración que hace casi seguro un comienzo de molienda.

La Gaceta Rural se comunicó con el coordinador de la sección Agronomía de la Caña de Azúcar de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc), Eduardo Romero, para conocer diversos aspectos sobre la agroindustria de este cultivo.

 

El técnico subrayó, como primera medida, que se debe conocer cuál es el actual panorama de la próxima zafra azucarera. Además, consideró que el desarrollo de esta resulta un verdadero desafío que se debe afrontar durante esta campaña.

Según indicó, después de un ciclo de crecimiento complicado, con una cosecha 2019 que terminó tarde y con una campaña caracterizada por períodos de marcado déficit hídrico , interrumpidos por eventos de gran intensidad -que generaron daños por erosión hídrica y situaciones de anegamiento temporal-, el panorama de los cañaverales en nuestra provincia se destaca por la gran heterogeneidad de situaciones y de rendimientos culturales esperables.

“A estas condiciones climáticas se debe agregar importantes limitaciones económicas y financieras, que se expresaron, entre otros, en problemas en la ejecución de renovaciones en una tasa inferior a lo esperable, que se manifiesta en lotes en abandono, otros en rotación con soja, asociados con la existencia de muchos cañaverales de socas viejas, las que en general muestran un decaimiento de producción, intensificado por condiciones de anegamiento y una baja reacción frente a la fertilización y al manejo de malezas”, añadió.

Asimismo, señaló que las cañas plantas y socas jóvenes muestran un amplio rango de situaciones según zonas y niveles tecnológicos de producción. “Se alternan lotes excelentes con otros enmalezados y de limitado crecimiento. La primera impresión es que las zonas norte y este del área cañera presentan con mayor frecuencia mejores lotes que el centro y el sur del área tradicional tucumana, más afectada por problemas de anegamiento, aunque alterna en todos los agroecosistemas situaciones contrastantes, incluso separadas por un cerco”, indicó. Agregó que también cabía mencionar en algunas zonas lotes con caña caída, generadas en las últimas lluvias.

Definiciones

Según continuó, en la actualidad los cañaverales prácticamente ya definieron su producción cultural, y se encuentran transitando la etapa de maduración, que avanzará con mayor intensidad durante el mes que viene y durante junio, cuando se definirá la expectativa de producción de azúcar y etanol.

“Al menos durante la última quincena aparecieron las noches frescas y aumentó la amplitud térmica, con días a pleno sol. De mantenerse, estas condiciones auguran una buena maduración. En muchas zonas, aviones estuvieron -y están- aplicando maduradores, y los cañeros e ingenios están preparándose ansiosamente para el inicio de la zafra 2020, cuya previsión generalizada apunta a mediados de mayo”, precisó.

Puntualizó que, a partir de diciembre pasado, las secciones Agronomía de la Caña de Azúcar y Sensores Remotos comenzaron a realizar recorridos frecuentes en toda el área cañera tucumana. “Y por estos días trabajan activamente en la estimación del área disponible para cosecha y en la cantidad de caña total para molienda. Seguramente, esta información facilitará la planificación de la próxima cosecha”, dijo.

Asimismo, anunció que durante la próxima semana el programa Caña de Azúcar pondrá a disposición los primeros datos prezafra, que brindarán una orientación más clara de la evolución de la calidad en las distintas zonas cañeras de Tucumán.

Sin lugar a dudas, si hay una actividad que conoce tanto de crisis como de no rendirse y de seguir adelante es nuestra actividad sucroalcoholera. Y hoy, a pesar de estar atravesando un período de gran incertidumbre y angustia, generadas por esta pandemia que nos sorprendió a todos -a lo que se le suman y potencian limitaciones laborales, económicas y financieras-, nuestra actividad ya trabaja intensamente en planificar y prepararse para iniciar la zafra 2020.

La definición y el aporte, por parte del Gobierno, de políticas que faciliten y que promuevan la cosecha resultarán de gran importancia, al igual que alcanzar consensos de cooperación y de transparencia en la comercialización.

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