Sugieren cómo fertilizar la caña de azúcar con eficiencia

(Fuente: EEAOC, Publicado en La Gaceta) Las propuestas son de los técnicos del subprograma Agronomía de la Eeaoc.

Con la cosecha de caña de azúcar avanzada, se empieza a pensar en las labores culturales sobre el cultivo. Una de ella es la fertilización nitrogenada. Esta es una práctica fundamental para la obtención de cañaverales de alto rendimiento. Esta tarea genera una expectativa de incremento de producción del 10% al 40 %, respecto del mismo lote no fertilizado.

El período óptimo para la fertilización nitrogenada está relacionado con el ritmo de absorción del nutriente que tiene el cultivo, siendo máximo en los primeros meses desde la brotación (pleno macollaje). En este momento, la planta de caña de azúcar absorbe más nutriente del que utiliza, pero tiene la capacidad de almacenarlo para reutilizarlo durante el período de gran crecimiento (diciembre-marzo).

Los resultados de las investigaciones realizadas por los técnicos e investigadores de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc) de Tucumán, indican que la fertilización nitrogenada de las “cañas socas” en secano, registra la mayor efectividad cuando se realiza de octubre hasta mediados de noviembre, pudiéndose adelantar unos días la fertilización si se dispone de riego.

 La fecha óptima

Así, el productor debe tener conciencia de la importancia de respetar la época óptima de aplicación del fertilizante, aún cuando el suelo esté seco.

Si bien las fuentes nitrogenadas de mayor uso son las sintéticas, principalmente la urea, desde el centro de investigación, más precisamente desde el subprograma Agronomía de la Caña de azúcar, a cargo del doctor, Eduardo Romero, vienen trabajando con la utilización de alternativas de fertilizantes nitrogenados más eficientes, que permiten disminuir los costos económicos y optimizar los tiempos operativos de las tareas de fertilización.

Alternativa

El ingeniero agrónomo, Luis Alonso hizo énfasis en la utilización de una alternativa sintética, con la que se viene trabajando hace ya hace unos años con muy buenos resultados, que es el “nitrato de amonio calcáreo”.

Este fertilizante aporta Nitrógeno al cultivo en forma de nitratos y amonio (formas más asimilables por la planta). La gran ventaja de este producto, es que permite la aplicación del mismo en la superficie del surco y el empleo de tractores de menor potencia, a diferencia del uso de urea que, sí o sí, debe ir incorporado al suelo para evitar grandes pérdidas por volatilización, con el daño que esto produce al ambiente.

El ingeniero agrónomo Pablo Fernández González evaluó el uso del fertilizante estabilizado, urea con inhibidor NBPT [N- (n-butil) tiofosfórico ácido triamida], cuya función es inhibir, temporalmente, la tasa de hidrólisis de urea en el suelo, ayudando a controlar o a reducir las pérdidas de amoníaco, lo que permite una entrega del nitrógeno de una forma más lenta y aprovechable por la planta.

La dosis en estos fertilizantes, si se los utiliza solos, equiparan a la de la urea, a razón de 250 kg/ha ó 4 kg producto comercial /surco.

Biofertilizantes

Los técnicos de la Estación Obispo Colombres también comentaron sobre el uso de biofertilizantes. Se trata de otra opción más amigable con el ambiente, y con una respuesta del cultivo similar al uso de sintéticos solos.

Se recomienda a los productores aplicar una dosis, en “caña soca”, a razón de 10 l/ha, como complemento a la media dosis del fertilizante sintético usado.

Para “caña planta”, el sólo uso del biofertilizante en igual dosis a la usada en “caña soca”, permite el reemplazo total del fertilizante sintético que se utilice.

Esto se basa en los resultados obtenidos por laos investigadores de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc), en más de 14 años de investigación con este tipo de producto.

Para terminar, los especialistas resaltaron nuevamente la importancia de la fertilización, no solo para los rindes de la próxima zafra, sino también para que todo el ciclo de vida del cultivo sea mejor y más duradero, permitiendo renovar el cañaveral en un tiempo más prolongado. Siempre y cuando se realizan adecuadamente, además, otras labores culturales que acompañan a los trabajos de fertilización.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *