(Fuente: Suena a Campo) Es importante destacar que esta superficie se logró implantar en tiempo récord, gracias a las favorables condiciones climáticas y a la adecuada a óptima oferta hídrica registrada durante gran parte de la ventana de siembra, según un informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
«Se da por concluida la siembra de trigo a nivel nacional, alcanzando una superficie estimada en 6,6 millones de hectáreas, la segunda mayor área destinada al cultivo en los últimos 20 años. Por otra parte, más del 97 % del área sembrada mantiene una condición de cultivo de normal a excelente, transitando etapas vegetativas de macollaje o aundiferenciando sus primeras hojas», detalla el informe.
En paralelo, las buenas condiciones del tiempo registradas permitieron que la cosecha de cereales de verano avance a buen ritmo. En el caso del maíz con destino grano comercial, la recolección ya se ubica en el 80,2 % de las 6.000.000 de hectáreas sembradas la actual campaña. Mientras que para el caso del sorgo granífero, la cosecha llegó a cubrir el 82,4 % con un rinde medio de 38,2 qq/Ha. Por otro lado, se relevan avances en los barbechos de la nueva campaña 2019/20 que comenzaría en las próximas semanas en el centro del área agrícola.
La publicación de al BCBA explica que, si bien aún restan incorporar lotes aislados en sectores de Buenos Aires, la superficie remanente no es significativa y ello permite dar por concluida la siembra.
Salvo en la región NEA, en donde una gran cantidad de productores no pudieron concretar sus planes de siembra debido a los excesos hídricos que aún hoy afectan la región, el resto de las zonas bajo estudio registraron una fluida incorporación de lotes gracias a las buenas condiciones climáticas y la adecuada oferta hídrica disponible durante la ventana de siembra.
Del total del área implantada, solo una pequeña proporción de lotes se encuentra espigando en la región NOA. También son pocos los cuadros que transitan encañazón, ubicados principalmente sobre el norte y centro de la región agrícola, dado que la mayor parte del área sembrada se encuentra macollando o aún
transitando etapas de diferenciación de hojas.
Por otra parte, más del 95 % del área destinada al cereal de invierno aún mantiene una oferta hídrica entre adecuada a óptima, factor que permite sostener una condición de cultivo entre normal a excelente en casi la totalidad de la superficie implantada.