(Fuente: Suena a Campo) El Dr. Eduardo Romero, Coordinador del Subprograma Agronomía de la Caña de Azúcar de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC), brindó un panorama acerca del avance de la zafra y el estado general de los cañaverales.
«Como es de público conocimiento, se trata de un año complejo en todos los aspectos, no solo en lo económico, en lo social y en lo político, sino también en lo técnico, en el sentido de que las condiciones ambientales atípicas como ser las lluvias tardías no han permitido comenzar la cosecha en tiempo y forma» manifestó el Dr.
Según el entrevistado, durante los meses de mayo y junio, las lluvias provocaron un arranque de zafra en pobres condiciones y con un avance no generalizado. “A la fecha nos encontramos casi a mitad de agosto con un avance de cosecha de alrededor del 40 a 45% y alcanzando en este momento niveles de recuperación fabril alentadores de alrededor de un 10%, pero con un volumen de molienda y de producción por debajo de las dos zafras anteriores” indicó.
Otro aspecto destacado por el especialista, es que, este año se cuenta con menor capacidad de molienda asociada a los ingenios que no arrancaron la zafra y algunos que arrancaron tarde. De los 15 ingenios de la provincia, sólo 13 de ellos abrieron sus puertas este año, por lo que se estima que la zafra podría extenderse hasta la mitad de noviembre considerando el volumen de caña disponible.
El Dr. recomendó a los productores aprovechar las buenas condiciones ambientales e intensificar al máximo la cosecha, especialmente en aquellas zonas más afectadas por las heladas, como ser el Este de la provincia ya que podrían manifestarse heladas tardías que afecten al cañaveral.
Además, aconsejó preparar el cañaveral para la siguiente zafra. “A pesar de la difícil situación los cañeros están haciendo esfuerzos en la implementación de semilleros registrados y certificados y en plantaciones, estimamos que estas tareas se van a extender hasta septiembre” señaló Romero.
Otro aspecto a tener en cuenta, según indicó el entrevistado, es el monitoreo de plagas que son frecuentes en la primavera en plena época de rebrote. Además, el control de malezas y fertilización, e ir abasteciéndose de los insumos necesarios, analizando las conveniencias ya que tienen costos elevados.
En lo que respecta a variedades, el especialista indicó que, en Tucumán domina la variedad LCP-35384, representando el 75% de la superficie cultivada. Además, entre las nuevas variedades, se ha destacado tanto en producción como en comportamiento TUC-9510, con un área cultivada equivalente al 12%.
“El hecho de no diversificar los cañaverales nos pone es riesgo sanitariamente. Uno de los métodos más efectivos de prevenir enfermedades es cultivando nuevas variedades, es por eso que desde la EEAOC trabajamos intensivamente en la difusión e implementación de estos nuevos materiales genéticos” Dijo Romero.
Con respecto a la quema de cañaverales, el dr. manifestó “Nos encontramos en la época de mayor peligro y ocurrencia de quema, hasta ahora no ha habido muchos problemas, sin embargo, los enfriamientos, el secado del follaje, la cosecha en verde, dejan residuos de cosecha secos predisponentes a ocasionar quemas importantes. A los cañeros se recomienda armar cortafuegos aumentar la superficie rastrada ya que la quema significa una pérdida económica importante para el productor, y provoca daños a la sociedad”.