(Fuente: Suena a Campo) En los últimos años, especies como la grama bermuda (Cynodon dactylon), el tupulo (Sycios poliacanthus) y el pasto ruso (Shorgum halepensis), invadieron los campos cañeros. Por eso la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres realizó una serie de recomendaciones para combatir exitosamente estas malezas.
Según explica el Ingeniero Agustín Sánchez Ducca, investigador de la Sección de Agronomía de la Caña de Azúcar de la EEAOC, realizar un correcto manejo de estas especies invasoras es fundamental para conseguir cañaverales de alto rendimiento. “No es algo fácil, pero con una buena planificación se pueden lograr resultados satisfactorios. Para esto es sumamente importante tener esquemas de rotación con soja, que nos permitirá comenzar con los lotes limpios, sin presencia de gramíneas perennes, como ser el pasto ruso, la grama y también el cebollín. Esto es fundamental a la hora de replantar un cañaveral. Realizar trabajos de control en la etapa de caña planta es importantísimo. Lo que no hagamos en este período, difícilmente podremos hacerlo en las siguientes campañas”, explicó.
“La rotación puede realizarse con otros tipos de cultivos, idealmente leguminosas. Pero recomendamos soja porque aporta un valor importante a la plantación y el cultivo granos es conocido en profundidad por los productores. Lo mejor es no utilizar maíz o sorgo, ya que al ser gramíneas, pueden ser portadoras de enfermedades y plagas” comentó Sánchez Ducca. Sobre la utilización de soja, destacó además que aumenta la productividad – no solo de la caña planta, sino también en las socas subsiguientes – y disminuye el uso de herbicidas que no sólo incrementan los costos, sino que pueden resultar tóxicos para el cultivo.
“Queremos que el productor tome conciencia de la importancia de la rotación, porque una vez que las malezas colonizan el lote, son muy difíciles de erradicar, especialmente aquellas especies perennes como la grama, el pasto ruso y el cebollín”, enfatizó y agregó que actualmente no existen herbicidas que sean selectivos y eficientes para el control de estas especies, sino que inclusive estos productos resultan tóxicos para el cultivo y aumentan los costos de manejo.
Además de esto, destacó la importancia de realizar algunas prácticas culturales como la bajada del bordo y realizar aplicaciones con herbicidas. “Actualmente tenemos a disposición preemergentes de larga residualidad que resultan ser óptimos para temporadas secas, protegiendo los lotes durante el período crítico de competencia, cuya variación es entre 90 a 120 días en nuestra región”.
Respecto al estado actual de las malezas, el especialista comentó que, debido a las intensas lluvias de los últimos días, comenzaron a germinar algunas especies como el tupulo y otras de la familia de la gramíneas. “Ante este temporal, los productores aún no hay podido ingresar a los campos para hacer aplicaciones. Aquellos que trabajaron los lotes previamente con herbicidas preemergentes, se encuentran en mejor situación ante este imprevisto”, explicó.
La importancia de cuidar el RAC
Además de la rotación, Sánchez Ducca destacó la importancia de hacer una correcta conservación del residuo de cosecha. “Es fundamental hacer un buen manejo de la malhoja porque es nuestra aliada. No sólo colabora en la conservación de la humedad, sino que también actúa como una barrera física, impidiendo el crecimiento de aquellas malezas de semillas pequeñas”.
En este sentido, destacó que para cuidar la malhoja, el productor debe seleccionar correctamente el tipo de herbicida preemergente a utilizar, ya que no todos tienen capacidad de penetración.
Por último, el Ingeniero informó que un asesoramiento más completo acerca de las características y usos de estos compuestos químicos, puede ser obtenido por medio de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres.