La “fertilización nitrogenada” es una práctica de cultivo necesaria para producir cañaverales de altos rendimientos, en la cual las fuentes nitrogenadas de mayor uso son las sintéticas, como la “urea”. Así comenzó la charla sobre Fertilizantes dictada por técnicos de la Sección Caña de Azúcar en la XVIII Reunión técnica. La urea tiene como desventaja que se obtiene a partir de fuentes fósiles y del cual se aprovecha entre el 20 al 40% del nitrógeno (N); el resto se pierde por volatilización, con emisión de gases de efecto invernadero, y por lixiviación, contaminando capas freáticas. Solo una pequeña porción queda adsorbida en las partículas del suelo. Por esto, se aconseja hacer un uso efectivo de este tipo de fuentes nitrogenadas, aplicándolas en el momento oportuno, con dosis adecuada al tipo de suelo y sin exposición a condiciones que favorezcan las pérdidas de N.
(Fuente: La Gaceta/Suplemento Rural)
Existen alternativas para suplir los fertilizantes, tales como “compuestos orgánicos” (cachaza, compost, etc.), “fertilizantes sintéticos” con inhibidores de ureasa y “bioproductos” como complementos. Bioproductos: Están los “biofertilizantes”, que son sustancias líquidas o sólidas obtenidas a partir de la fermentación de materiales orgánicos y que contienen microorganismos con efectos positivos sobre algunos procesos de descomposición y síntesis que ocurren en el suelo. Ayudan a la fijación de N, solubilización de fosfatos, regulación del crecimiento vegetal y biocontrol de fitopatógenos. Mejoran la microflora del suelo y la sanidad de los cultivos, son de bajo impacto ambiental y su costo es menor al de los fertilizantes sintéticos, permitiendo reemplazarlos y obtener rendimientos similares a la fertilización convencional.
La Eeaoc, desde 2004, realiza ensayos con biofertilizantes en el área cañera de Tucumán, con resultados satisfactorios, que determinan que 10 l/ha de biofertilizante complementando a media dosis del fertilizante sintético, es la aplicación recomendada. En los ensayos en “cañas plantas” se demostró que se puede reemplazar toda la urea. El impacto de esta tecnología se refleja en el hecho de que en la última campaña, 35.000 hectáreas fueron aplicadas con biofertilizantes. Bioactivadores: Son activadores metabólicos empleados como complemento de la nutrición vegetal. Están compuestos por aminoácidos, extractos de algas, polisacáridos, micronutrientes, péptidos y ácidos húmicos. Se absorben y se utilizan de forma inmediata. Son recomendados para ayudar a las plantas a recuperarse del estrés.
Las experiencias en la Eeaoc han demostrado que su uso presenta altos niveles de respuesta, pudiéndose mejorar los rindes, con la complementación de los bioactivadores a las fuentes nitrogenadas (sintéticas y/o biológicas).
Fertilizantes sintéticos con inhibidores de volatilidad:
las primeras experiencias resultaron alentadoras. Actualmente la Eeaoc continúa trabajando con estos productos, con la finalidad de lograr cañaverales con altos rendimientos, mediante técnicas amigables con el medio ambiente y con menores costos de producción.