En la Estación Experimental investigan particularidades del cultivo de chía

 La chía (Salvia hispánica L.) es una planta oriunda de las superficies montañosas que se extienden desde México hasta Guatemala. Las civilizaciones precolombinas utilizaron su semilla para elaborar medicinas y como alimento -junto con el maíz y el poroto- constituía la base de la dieta indígena; su cultivo era el tercero en importancia económica, afirmaron en un informe sobre la semilla de chía y su importancia, la licenciada Ada Silvia Rovati, jefa de la sección Semillas de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC), junto con la colaboración de las ingenieras agrónomas Cynthia Prado y Eugenia Escobar, investigadoras de la institución.(Nota periodística producida  desde las secciones Semilla y Comunicaciones de la EEAOC. Publicada en La Gaceta Rural/Viernes 2 de febrero de 2012)

 Con la conquista española, los cereales introducidos por los hispanos desplazaron a la chía, que quedó casi en el olvido. Resurgió no obstante muchos años después y adquirió particular importancia por la composición química de la semilla,  ya que sus granos ofrecen  una nueva oportunidad para mejorar la nutrición humana y suministrar una fuente natural de ácidos grasos Omega 3, antioxidantes y fibra dietética.

 Proyección

En Tucumán, el cultivo de la chía -cuyo futuro asoma prometedor a la hora de diversificar una producción local que tiene como escenario principal la caña de azúcar, los cítricos y el tabaco- presenta una insuficiente plataforma informativa.

En ese contexto, la EEAOC, institución que investiga y brinda soluciones a los problemas agrícola-ganaderos de la región NOA, inició en 2008 un “Proyecto sobre el Manejo del Cultivo de la Chía” en diversas líneas de investigación: fecha y densidad de siembra, problemas de plagas, enfermedades y calidad de la semilla.

“Mientras trabajábamos en el Proyecto Chía observamos que las semillas exhibían una heterogeneidad de colores que podía estar vinculada -pensamos- con diferencias de calidad, dato práctico que al productor le interesa conocer al momento de lograr un buen stand de números de planta a campo”, explicó la licenciada Rovati.

Morfología y calidad

Por esa razón, desde la sección Semillas se planteó la necesidad de realizar un análisis profundo sobre todos los aspectos relacionados con la morfología y la calidad fisiológica de la semilla de chía. 

 “Comprobamos la existencia de plantas que producen semillas sólo blancas; y otras, sólo de color gris jaspeado. Esta evidencia nos permitió corroborar la existencia de tipos diversos de semillas”, afirma Rovati.
Los estudios fueron realizados en muestras de semillas provenientes del campo ubicado en la sede de esa institución en El Colmenar y de plantaciones de productores locales.

El 83 % de las semillas son gris jaspeado

Aunque hay referencias respecto de la existencia de poblaciones que producen semillas de un solo color -blancas puras, marrones o negras puras (Ayerza & Coates, 2006)- se desconocen las razones de la presencia de diferentes pigmentaciones. En referencia a este tema, en julio de 2011, en lotes sembrados en Las Talitas (Eeaoc) que estaban en cosecha, se identificaron y colectaron plantas que fueron luego trilladas. Se comprobó la existencia de plantas que sólo producen semillas blancas, y otras que sólo originan semillas de color gris jaspeado, examen que corroboraría la existencia de “tipos” diferentes. Se observó que las de color “gris jaspeado” son las predominantes (un 83%); la proporción de “semillas blancas” osciló en el 9%, mientras que los porcentajes de semillas “color marrón uniforme” fueron variables y más altos en la campaña 2010.

Aspectos a tener en cuenta por el productor

Desde la sección Semillas de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC) de Tucumán sugieren cuáles son los puntos principales que debe tener en cuenta el productor interesado en plantar chía.
• La semilla de chía disponible en el NOA se caracteriza por presentar diferentes colores y tonalidades. Se identificaron y nominaron tres colores predominantes: “gris jaspead” (con manchas irregulares de color castaño-rojizo oscuro), “blanco” y “marrón uniforme”. El gris jaspeado se da en un 86%.

• Las semillas de color “gris jaspeado” y “blancas” resultaron ser las más pesadas y presentaban todas las estructuras propias de las semillas. Las de color “marrón uniforme” fueron las de menor peso y se manifestaron como semillas vanas o vacías, con escaso o nulo desarrollo de las estructuras seminales.

• Todos los colores desarrollan “mucílago”, siendo menos persistente en las semillas color “marrón uniforme”.
• La proporción de semillas marrones uniformes comprometerían la calidad del lote.

• Si bien las diferencias de peso encontradas entre colores de semilla no son grandes, el menor peso obtenido para las semillas de color marrón uniforme facilitaría la separación de las semillas por color, selección que permitiría mejorar la calidad del lote de semillas.

• Se evidenció un comportamiento diferencial en la germinación por color de semilla: son las de mejor calidad las de color gris jaspeado; y con valores algo inferiores, las blancas. 

Las semillas marrones no germinaron en ninguno de los casos analizados.
• Se destaca la importancia de continuar con esta línea de investigación, a fin de afianzar el desarrollo del cultivo de chía en la región del Noroeste Argentino (NOA)

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