(Fuente: EEAOC, Publicado en La Gaceta) Se produce una reducción significativa de los microorganismos benéficos.
¿Es posible utilizar conjuntamente los biofertilizantes y los herbicidas en el cultivo de caña? Fue la pregunta que se hizo Noel Grellet, al comentar la investigación que surgió a partir de consultas sobre la posibilidad de utilizar biofertilizantes y herbicidas de manera conjunta, mezclándolos en el equipo de aplicación.
“Se evaluó el efecto de los herbicidas post-emergentes, utilizados para el control de ‘tupulo’ y ‘pasto ruso’, sobre la viabilidad de los microorganismos promotores del crecimiento vegetal que componen los biofertilizantes NutriZur y AZP (Azur Soil SA)”, sostuvo. “Como resultado se observó que los herbicidas Asulam, Atrazina, Dicamba, Fluroxipir, MSMA y Topramezone provocan una disminución significativa en el número de microorganismos benéficos que componen los biofertilizantes mencionados. Por lo tanto, no es recomendable efectuar aplicaciones conjuntas de estos productos”, destacó Grellet.
Por su parte, la ingeniera Analía Salvatore, de la Sección Zoología Agrícola, habló sobre la plaga más importante de la caña de azúcar: Diatraea saccharalis. “Su importancia radica en que los daños que produce se traducen en pérdidas significativas en la producción de azúcar; en Tucumán superan las 50.000 tn de azúcar. En la Eeaoc se realizaron estudios con el fin de desarrollar estrategias de control de esta plaga. Hemos trabajado sobre las prácticas de manejo que favorecen o disminuyen los daños. Por ejemplo, comenzar la cosecha por aquellos lotes afectados con Diatraea saccharalis es una manera de prevenir mayores pérdidas”, explicó Salvatore.
Además, indicó que la fertilización también tiene influencia sobre el ataque de este gusano.
“Observamos que aquellos lotes fertilizados con vinaza y con urea tienen mayores ataques de la plaga. Es por ello que se está evaluando la manera de disminuir el uso de urea como fertilizante y reemplazarlo con otras fuentes, tales como biofertilizantes o nitrato de amonio calcáreo. Dentro de las tácticas de control biológico que se implementaron se encuentran liberaciones de parasitoides, insectos benéficos que matan a los gusanos de Diatraea. Sin embargo, estos enemigos naturales no llegaron a disminuir la plaga. También se evaluaron estrategias de control químico; no obstante, es necesario continuar con las investigaciones sobre ingredientes activos, momentos y modo de aplicación, ya que hasta ahora no hubo resultados positivos”, puntualizó.