El fuego es el peor enemigo de la actividad

(Fuente: La Gaceta Rural) Desde la EEAOC sugieren evitar la quema de la caña, porque se generan pérdidas

La quema, que en estos días se hizo presente en toda la zona cañera, se dio porque el follaje, en general, se encuentra seco y muy combustible, por lo que el control para evitar las quemas pasa a ser fundamental y, muchas veces, esto escapa al productor.

Cuando la caña está helada, es fundamental evitar la quema del cañaveral, ya que, asociada a las heladas y al estacionamiento de la materia prima, se incrementa exponencialmente el nivel de pérdidas de azúcar, afirmaron los técnicos de la Eeaoc. En el estado actual de los cañaverales, con altos niveles de combustibilidad, la quema accidental o intencional de éstos puede provocar su propagación a miles de hectáreas en muy poco tiempo, además de hacer perder en forma total el valor económico del cañaveral, al acelerar el deterioro. Por lo expuesto, resulta imprescindible que, tanto los productores como la comunidad, tomen conciencia de que el fuego es el peor enemigo que tiene la actividad.

También “Vialidad” debería abstenerse de quemar las banquinas para evitar que se propague el fuego a los cañaverales. Por ello, a fin de minimizar el riesgo de incendio en el cañaveral se recomienda: * Mantener los callejones rastreados; * Mantener limpios canales y alambrados; * Preparar cortafuegos; * Para cosecha manual o semi-mecánica, avisar y coordinar con los vecinos para que la quema sea controlada; * Todos los esfuerzos que se realicen para optimizar la cosecha del cañaveral afectado por heladas, habrán evitado la pérdida de importantes cantidades de azúcar.

* Recuerde que cada lote es una situación particular. La ubicación del lote, el estado de crecimiento del cañaveral, las variedades, etc. modifican el grado de afección por las heladas. Nada reemplaza al monitoreo de cada situación para tomar la decisión más acertada. * La caña que está caída sufre, en mayor medida, los efectos de las heladas, ya que las temperaturas a nivel del suelo son más bajas. En este caso, las yemas que quedan en contacto con la superficie del suelo resultan muy afectadas. * El efecto de las horas de frío es acumulativo; por lo tanto, cada nueva helada modifica y agrava la situación. Por ello, la evaluación de su lote debe hacerse cuando se decida cortar la caña para plantar. * Sea prudente. Extreme los controles de la calidad de las yemas que empleará en las plantaciones.

 

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