(Fuente : La Gaceta Rural) Desde la EEAOC sugieren que la caña llegue al ingenio en el momento oportuno, con mínimos niveles de trash, fresca y sin sufrir deterioros.
La cosecha es una de las etapas de mayor importancia y mayor incidencia en los costos de producción de caña de azúcar, y tiene como objetivo recolectar la mayor parte de la caña de azúcar producida en el campo, minimizando las pérdidas y maximizando la calidad de la materia prima que se entregará a la industria.
Esto significa que la caña de azúcar debe llegar al ingenio en el momento oportuno, con mínimos niveles de trash o materia extraña (hojas, despunte, tierra, malezas, etc.), fresca y sin haber sufrido procesos de deterioro.
Los técnicos del Subprograma Agronomía de Caña de Azúcar de la Eeaoc (Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres) de Tucumán, Patricia Digonzelli, Eduardo Romero, Jorge Scandaliaris y Juan Fernández de Ullivarri manifestaron que en Tucumán la zafra se extiende normalmente entre mayo y octubre, con una duración de 150 a 180 días.
Durante este período se presentan condiciones ambientales diversas, que deben ser consideradas para una planificación y ejecución eficiente de la cosecha.
Así, los meses iniciales de la zafra (mayo y junio) se caracterizan por presentar temperaturas y lluvias decrecientes, humedad relativa más elevada y menores probabilidades de heladas.
El período intermedio, que comprende julio, agosto y hasta mediados de setiembre, presenta temperaturas bajas, lluvias mínimas, menor humedad relativa y mayor probabilidad de ocurrencia de heladas. Este es también el período de mayor afluencia de materia prima a las fábricas, lo cual puede producir problemas de calidad por la demora en el procesamiento fabril de la caña cosechada.
El período final de la zafra comprende desde mediados de setiembre hasta mediados de octubre. Esta época presenta condiciones de temperatura y lluvias crecientes, situación que se agudiza si la zafra se extiende más allá de fines de octubre.
Desde el principio
Al inicio de la zafra la cosecha puede verse dificultada, en algunas zonas, por “problemas de piso” debido a la ocurrencia de lluvias; el rendimiento fabril de la caña es menor, especialmente cuando no se aplicaron maduradores químicos. y el nivel de “trash” es más elevado, fundamentalmente debido a una mayor proporción de despunte y hojas verdes, y a los mayores niveles de humedad que reducen la eficiencia de limpieza de las máquinas cosechadoras o de la quema, en el caso de los pequeños productores.
Para una cosecha eficiente en esta época, el empleo de la “maduración química” es una herramienta estratégica, al favorecer el incremento de los niveles de recuperación de azúcar y reducir el “trash” de la materia prima.
La época intermedia de la zafra corresponde al momento de mayor afluencia de caña de azúcar a las fábricas. En esta época pueden ocurrir situaciones de demoras entre la cosecha y la molienda de la materia prima. Esta demora se conoce como “estacionamiento” y produce efectos negativos en la calidad de la caña de azúcar, especialmente si ésta sufrió los efectos de heladas y/o está quemada.
En la época final de la zafra, el aumento de las lluvias y las temperaturas pueden ocasionar problemas operativos en la cosecha y el transporte, e incrementar los problemas de deterioro de la calidad de la materia prima en casos de estacionamiento, especialmente en caña helada y/o quemada.
En campañas como la actual, donde los niveles productivos de los cañaverales resultan muy heterogéneos, con situaciones de lotes con bajas producciones debido a la sequía que afectó al área cañera este año y con el bajo precio del azúcar, resulta de fundamental importancia tomar todas las medidas necesarias para garantizar una cosecha lo más eficiente posible, y reducir al máximo los problemas de pérdidas de materia prima y/o deterioro de la calidad de la misma.