(Fuente: Agrositio) Para tener cuidado: los mercados fijan los precios, no sólo sobre los datos de la realidad presente, sino también en base a las expectativas…
El informe del USDA vino a confirmar la expectativa del mercado acerca de una muy buena cosecha en América del Sur.
Obviamente, tal noticia ha desalentado las presiones compradoras; por tal motivo los valores han buscado nuevos pisos.
Pero si se lee con atención tal reporte, se advierte que, a diferencia de los anteriores, ahora ha comenzado a marcar una suave diferencia entre lo que estima para Brasil y lo que calcula para la Argentina.
Finalmente, el USDA empezado a reconocer que los problemas en la Argentina son considerables; y que las lluvias no han sido inocuas. Por ello, acaba de estimar una leve caída en la producción respecto al informe de diciembre.
Como sabemos, este organismo es reticente a modificar con determinación los cambios que podrían estar dándose. Tanto en suba como baja.
En tal línea de pensamiento, es probable que el reporte del mes próximo la baja se acentúe.
Pero como dijimos: una cosa es Argentina y otra, Brasil.
En el vecino país, el panorama es mejor. No hay dudas.
Y dado su volumen de cosecha, la oferta mundial habrá de crecer sustancialmente. En definitiva, ahora es el primer productor del mundo.
A ello, se agrega la expectativa de una gran cosecha en EE.UU.
Aunque todavía es muy temprano para vislumbrar algo así, la realidad es que los mercados fijan los precios, no sólo sobre los datos concretos de la realidad presente, sino también en base a las expectativas.
En este sentido bien vale destacar algo: las expectativas actuales se han construido sobre la base de condiciones climáticas favorables. Nos referimos, básicamente, a EE.UU. porque para la cosecha falta mucho tiempo; y en tal período pueden pasar muchas cosas.
En síntesis: no deberíamos descartar sorpresas en tal sentido.
Por el lado de la demanda, el mundo sigue con las mismas tendencias del año pasado. Tales tendencias se manifiestan a través de dos fenómenos bien definidos.
1. Asia y los países emergentes en general requieren grandes cantidades de alimentos, con una clase media que continúa aumentando su capacidad adquisitiva, en un mundo determinado por una población que año a año se incrementa.
2. La industria de los biocombustibles exigen cada vez más productos de la agricultura para satisfacer la creciente demanda de sucedáneos de combustibles fósiles.
De hecho el propio USDA, en su reciente informe, reitera la firmeza el consumo por parte del mundo.
En suma, parece razonable pensar en un precio para la soja próximo a U$S 470.- FOB Rosario. O si se quiere, en un valor cercano al que estuvo rigiendo durante el primer semestre del año pasado.
Pero si el cuadro climático comenzara a complicarse en EE.UU. podría haber mejoras en los valores.
Habrá que seguir de cerca los datos provenientes del hemisferio norte.