Una alianza entre el IDEP, productores y exportadores

(Fuente: Suplemento Rural La Gaceta) En 2012 se concretaron 71 vuelos internacionales. EEUU es la mayor demanda.

El arándano fue la producción que motivó una serie de transformaciones positivas para las exportaciones tucumanas, a la vez que permitió cerrar una campaña exitosa en 2012. Esto fue el resultado de un trabajo eficiente realizado por unos 50 productores y 15 empresas exportadoras de berries. Bajo el asesoramiento y la guía del IDEP (Instituto de Desarrollo Productivo de Tucumán), garantizaron la realización de 71 vuelos a distintos mercados del mundo. Así, los arándanos tucumanos llegaron a las góndolas de los supermercados de EEUU, Reino Unido, Países Bajos, Canadá, Hong Kong, Alemania, Irlanda, España, Bélgica y Francia, a pocas horas de ser cosechados.

“La temporada se resolvió muy bien. El clima estuvo de nuestro lado” comentó Guillermo Olivera, gerente de la Asociación de Productores de Arándanos de Tucumán (Apratuc). “En los mercados hubo mucho pedido de fruta. Notamos que hay una gran avidez de fruta temprana de Tucumán. Por ese motivo, seguimos siendo los principales productores de ‘primicia’ en el hemisferio Sur” agregó Olivera. Entre los principales destinos, la mayor demanda proviene del mercado estadounidense. Por eso, el empresario es optimista de cara al futuro. “Tucumán puede exportar más toneladas. Nuestro objetivo es hacer más vuelos y conseguir más destinos para 2013” finalizó.

A través de misiones comerciales que organiza el IDEP, el arándano tucumano está presente en las ferias comerciales más relevantes como Berlin Fruit Logistica (Alemania), AFFI (American Frozen Food Institute Convention-EEUU), Asia Fruit Logistica (China) y PMA (Produce Marketing Association-EEUU). Tucumán se consolidó como la primera provincia exportadora del país y es la segunda productora, después de Entre Ríos.

En lo que hace al área productiva, se cree que tendrá un leve aumento respecto a la campaña 2011/2012 cuando la superficie ocupada con cultivos fue de 231.220 hectáreas. Para este 2013, se espera que poco cambien esos números, acercándose nuevamente a las 235.000 hectáreas, ya que se detectaron nuevas plantaciones de caña de azúcar en toda el área granaria, como en los departamentos Burruyacu y Leales. O sea que si crece algo el área, será a expensas del maíz o del sorgo.

Hay que recordar que en la campaña 2011, se había llegado a las 254.530 hectáreas y en 2010, a las 273.340 hectáreas. La retracción del área granaria en Tucumán fue determinada, entre otros factores, por la ampliación del cultivo de caña de azúcar y por la fuerte sequía de los últimos años.

En 2012, el rendimiento promedio de la soja se estimó en 1.230 kilos por hectárea, algo así como un 62 por ciento inferior al ciclo 2011, con una producción del orden de las 284.400 toneladas, porque hubo una gran variabilidad en los rindes, con extremos de 500 kilos por hectárea, hasta 2.600 kilos, y área sin cosechar, porque el rendimiento ni siquiera, cubría el costo de la trilla.

En ese contexto, también en Santiago del Estero son optimistas en cuanto a producción e ingresos de divisas. Técnico y analistas del sector agropecuario destacaron que el negocio de la soja en Santiago del Estero podría generar este año casi 1.500 millones de dólares sólo con la campaña sojera. Se llega a esa cifra tomando datos del Ministerio de Agricultura de la Nación, que destacan que en esta provincia se destina a la siembra de soja 1.000.000 de hectáreas.

Si el clima acompaña en todas las etapas, con un rinde promedio de 2.500 kilos por hectárea (cifra media histórica), se podrían obtener 2,5 millones de toneladas de soja, y si se mantiene el precio en que se comercializa el grano (550 dólares la tonelada) solo en Santiago del Estero, la oleaginosa generará ingresos por casi 1.400 millones de dólares.

Pero no todo es tan fácil: hay que recordar que el año pasado Santiago del Estero destinó 1.071.500 hectáreas para la soja, pero sólo se trillaron 750.000 hectáreas, por la sequía que afectó a muchos lotes con el grano.

Daniel Llebeili, sojero de Añatuya (departamento de General Taboada) sostuvo que en el sur de Santiago del Estero los agricultores de la zona debieron ajustar sus estrategias productivas retrasando las siembras. “En el sur santiagueño el esquema de manejo agronómico incluye hoy por hoy siembras tardías con genética localmente adaptada”.

Aclaró que en la zona, especialmente donde se hizo trigo, los productores optaron por iniciar las siembras en la primera semana de diciembre, con grupos de madurez largos. En ese sentido, dijo que en localidades como Bandera, Quimilí y Añatuya, la soja se hace generalmente sobre rastrojos de maíz y trigo. “Sobre el rastrojo de trigo se ubicaron las sojas de períodos más largos, dando tiempo a que el suelo se recargue de agua antes del período de llenado de granos”.

En Santiago del Estero, a partir de los últimos días de noviembre se comenzaron a preparar los suelos aprovechando las lluvias y la cobertura del trigo.

Llebeili sostuvo además que el productor santiagueño dueño de su campo, cuida su tierra y eso significar tratar de rotar el cultivo. “Se intenta hacer el 30 por ciento de rotación por año de soja sobre maíz, soja sobre trigo, o maíz sobre trigo. La rotación hace que se produzca una cobertura importante en el suelo y lo prepara de manera que en la próxima campaña se obtenga hasta un 20 por ciento más de rendimiento que si no se hubiera hecho la rotación”.

La siembra fuerte en Añatuya es generalmente a fines de diciembre. Se espera el final de la última quincena.

Santiago del Estero, es la cuarta provincia del país en volumen de producción y lidera el ranking del NOA frente a Salta y Tucumán. La soja significa el 70 por ciento de la producción del campo santiagueño, seguida muy por detrás por maíz, algodón y sorgo. La expansión de la soja en Santiago del Estero atrae a muchos empresarios rurales de provincias vecinas, como Córdoba, Santa Fe y Tucumán, que adquieren tierras para desmontar. El proceso se seguirá acentuando en los próximos años ya que en Tucumán, por ejemplo, no quedan tierras disponibles para cultivos y muchos productores no quieren perderse el “negocio” de la soja.

Los suelos de mayor aptitud productiva se encuentran localizados en los departamentos Alberdi, Moreno, Ibarra, General Taboada, Belgrano y Rivadavia, en el Este provincial, y en los departamentos Pellegrini y Jiménez, en el oeste de la provincia.

En tanto, en Salta, de acuerdo a un informe de Fertilizar, las condiciones de humedad del suelo son muy favorables en esta provincia donde se estima que por precios internacionales muy por encima de los valores históricos (sequía en los Estados Unidos y la Unión Europea); la apertura del mercado en 15 millones de toneladas y las relaciones insumo/producto muy favorables (principalmente nitrógeno y fósforo), se hará más maíz que en 2012. Según se indicó, el maíz logra aquí mejores valores de margen bruto por hectárea que el cultivo de soja. “Los perfiles del suelo disponibles para este cultivo se mostraron cargados adecuadamente de humedad lo que redundará en altos rendimientos maiceros”, se resaltó.

El margen bruto del cultivo maíz mejoró mucho con un aumento de precios de cosecha que no fue acompañado por un aumento de los insumos. De esta manera el margen bruto proyectado es muy favorable y compite en forma exitosa con la soja de primera.

“Sembrar maíz en Salta tendrá un impacto positivo sobre el suelo y la producción, ya que en general, el maíz balancea los aportes de nitrógeno y fósforo que se hacen con las extracciones y mejora el rendimiento de los cultivos sucesores, principalmente en soja”.

Vale aclarar que los resultados del monitoreo de los cultivos extensivos de verano dan cuenta que en Salta se destinan 603.445 hectáreas para el cultivo de soja, que lidera la producción. El departamento de Anta, encabeza la producción con 330.620 hectáreas para dicha oleaginosa, en tanto las plantaciones de maíz alcanzan las 80.435 hectáreas.

En segundo lugar, se posiciona el departamento General José de San Martín, cuya principal explotación agrícola corresponde al poroto, para el cual ocupa 105.390 hectáreas, seguida por la soja con 131.690 hectáreas. Por su parte, Rosario de la Frontera cuenta con 48.865 hectáreas para la soja y 32.905 para maíz. Por último, el departamento de Orán cuenta con 34.120 hectáreas con soja.

Se estima que Argentina sembrará cerca de 20 millones de hectáreas con soja, llegándose a producir 55 millones de toneladas.

 

 

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