El sorgo azucarado es ideal para biocombustible

 (Fuente: la Gaceta Rural) A través de los estudios del Proyecto Cultivos Energéticos de la EEAOC, se puede determinar el comportamiento cultural preciso del sorgo y su complementaridad con la caña de azúcar. La estructura industrial para producir el combustible, a partir de esta producción renovable, es la misma que la azucarera. Terminada la cosecha de sorgo, comienza la zafra azucarera. Desde esta columna, en varias oportunidades se informó y opinó respecto de la importancia que tienen cultivos alternativos y diferentes a los que el hombre de campo tucumano está acostumbrado a producir y que sirven para, primero, diversificar la producción tradicional y, segundo, para lograr satisfacer necesidades que no están cubiertas y son de inmediata necesidad.

Los cultivos con fines energéticos, que pueden ser destinados a la producción de biomasa y biocombustibles, están incrementando la atención del sector agroindustrial en los últimos años. Una de las razones principales es que la sustitución de los combustibles fósiles por los biocombustibles ayudaría a reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera, como también la reducción del uso del petróleo. Estos constituyen la fuente de biomasa renovable con mayor potencial energético cuya producción se puede planificar y especializar, contribuyendo al abastecimiento sostenible de biomasa y energía.
Tucumán posee condiciones agroecológicas adecuadas para la producción de biomasa a partir del aprovechamiento de cultivos energéticos. Los de mayor viabilidad para su aprovechamiento integral son la caña de azúcar y el sorgo sacarífero, por su potencial productivo, su eficiencia energética y su complementariedad.
En este contexto, la EEAOC establece el Programa Bioenergía en 2006 y crea el proyecto “Cultivos Energéticos”, priorizando los estudios del uso de los residuos de cosecha de la caña de azúcar y los asociados al desarrollo agroindustrial del sorgo azucarado y fibroso, incluyendo evaluaciones tecno-económicas, energéticas y de impacto ambiental. Un equipo interdisciplinario de la EEAOC en interacción con distintas empresas privadas (ingenios azucareros, semilleros, productores agrícolas y empresas ligadas a la mecanización) lleva adelante distintos tipos de estudios experimentales y pruebas semicomerciales que incluye la detección de materiales genéticos, adaptación del manejo agronómico y del procesamiento fabril, como otros aspectos logísticos y económicos, lo que permitió generar la información básica necesaria para facilitar su transferencia a escala comercial, desafío en el cual se está actualmente trabajando.
La Eeaoc dispone de un importante cuerpo técnico especializado en este tipo de producción alternativa, entre ellos Gerónimo Cárdenas, coordinador del Programa Bioenergía; Marcelo Ruiz, director en Investigación y Tecnología Industrial, y Eduardo Romero, coordinador del Proyecto Cultivos Energéticos, sumado a diversos técnicos en estas áreas.
El bioetanol, a partir de sorgo azucarado, producido con eficiencia y sostenibilidad, es capaz de satisfacer las demandas urgentes de la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, mejorar la calidad del aire y competir en precio con las energías convencionales.
Esta constituye una iniciativa que tiene como antecedente los trabajos realizados en la EEAOC en las décadas del 70 y 80, y cuya línea de investigación se retomó en 2006, según información  a la que se tuvo acceso.

Estudios del cultivo en general

Es por ello que la EEAOC decidió profundizar el estudio del sorgo, tanto del azucarado como del fibroso, por tratarse de un cultivo tolerante tanto a sequías como a excesos de agua y que puede, a su vez, resultar atractivo con una inversión mínima, dado que la estructura de ingenios y destilerías es la misma de la caña de azúcar, permitiendo de esta manera disminuir los costos fijos de las industrias.
Por otro lado, el proyecto Cultivos Energéticos de la institución realizó evaluaciones muy precisas del comportamiento cultural del sorgo azucarero y en ese sentido se afirma que la provincia está en un escalón sólido para abordar la producción agroindustrial a nivel comercial en el período 2013-2014; se han estudiado los factores más importantes en cuanto al material genético (híbridos) con aptitud agronómica y alcoholera, los momentos oportunos de cosecha y el manejo del cultivo en general.
La complementariedad del cultivo de sorgo y la caña de azúcar radica en que el primero es estival, de ciclo corto y de muy baja exigencia en cuanto a precipitaciones. De modo que puede ser producido de manera eficiente en toda el área granaria de Tucumán y es ideal para rotar la soja debido a que el sorgo, como la caña, genera un rastrojo residual de la cosecha entre cuatro y cinco toneladas de materia seca por hectárea, y por ser una gramínea -en comparación con la soja, una leguminosa- modifica el espectro de plagas y enfermedades, y permite cambios microbiológicos en el suelo”, explicó el profesional.
Otra gran ventaja radica en que el aprovechamiento industrial (producción de etanol y energía), que se realiza en los trapiches y destilerías existentes en varios de los ingenios tucumanos, prolongando la duración actual de la zafra, ya que el sorgo se cosecharía durante marzo, abril y parte de mayo, para que, a continuación, se inicie en cada fábrica la zafra sucroalcoholera tradicional.
No hay dudas de que iniciativas de investigación como las realizadas sobre el sorgo azucarero servirán al sector productivo tucumano, diversificarse y lograr concretar objetivos claros y necesarios que es tener más y mejor energía disponible.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *