(Fuente: La Nación, suplemento Campo) Pasión, compromiso y audacia. Es cerca de la medianoche del martes pasado y ya finalizó la entrega de las distinciones por la 10a. edición del Premio la nacion-Banco Galicia a la Excelencia Agropecuaria. A José Macera, presidente de Desdelsur, la firma ganadora del Oro, se le cruzan esas palabras para explicar lo que hacen en el Norte. Generaron un verdadero polo de desarrollo en Tartagal, donde hacen poroto, maní, soja, maíz, garbanzo, carne, entre otros productos. Pero también apuntaron al valor agregado con plantas de procesamiento de poroto y maní en General Mosconi. Son la mayor empleadora privada en la región. De 370 empleados que tiene toda la compañía, 270 se encuentran en el Norte.
“Nuestra obsesión es agregar valor y generar valor en la zona. Tratamos de hacer actividades que tengan impacto. Esto es algo que nos da más resultados. Hoy seguimos apostando a actividades que nos permitan generar más empleo”, señaló el presidente de la compañía.
Macera le encuentra un sentido al premio. Para él y su empresa, que está cumpliendo 25 años, tiene sabor a un reconocimiento. “Uno hace las cosas con mucha pasión, compromiso, audacia y, a veces, con algo de soledad. Pero en el camino viene alguien y te dice que lo tuyo vale. Esto [por el premio] te vuelve a poner pilas para seguir adelante”, señaló.
Desafíos
Como en muchas otras empresas, la crisis de fines de los noventa y el estallido de 2001 marcaron a sus protagonistas. Pero aun en el peor momento aquí no dejaron de pensar que el futuro estaba lleno de oportunidades.
“A fines de los noventa y en 2001 la sensación era que sólo apretando los dientes uno podía apostar a que en el futuro podía haber oportunidades”, señaló. Enseguida, Macera pronunció la frase que tantos otros productores y empresarios tenían en la cabeza por esos años duros. “Pensaba que todo se podía acabar”, rememoró.
La empresa vive desde 1987, pero antes de volcarse a la producción en el Norte había nacido orientada a otro negocio. Fue representante de empresas extranjeras para la compra de granos en el país.
“Las utilidades de ese negocio las invertimos en el Norte, donde empezamos a producir poroto, soja y maíz”, recuerda, mientras en la mesa del Restaurante Central de La Rural, donde se realizó la entrega de los premios, lo siguen atentos su hermano Guillermo y Graciela Lena, directora y responsable de operaciones en el Norte.
El año pasado, la empresa facturó 62 millones de dólares. La exportación de los productos que hace y a los cuales les agrega valor jugó un rol clave. El 80% de la facturación fue por ventas al exterior de poroto, maní y garbanzo, por ejemplo.
En una noche de distinciones y consagraciones, Macera y su gente están satisfechos porque de la mano del campo agregaron valor y generaron trabajo.