(Fuente: La Gaceta Rural) Capacitan a alumnos sobre la gravedad del HLB, su difusión y los controles.
En el marco del componente de capacitación y difusión del Programa Nacional de Prevención del HLB, especialistas de la sección Zoología Agrícola de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC) brindan charlas informativas, gratuitas y personalizadas sobre la identificación de síntomas de la enfermedad, el reconocimiento del insecto vector Diaphorina citri, el monitoreo y toma de muestras, y a los distintos sectores involucrados de la cadena citrícola (personal de campo, productores, viveristas, agentes fitosanitarios, personal de municipios y estudiantes universitarios y de escuelas agrotécnicas).
Desde comienzos de septiembre los especialistas despliegan en el territorio provincial la primera fase piloto de una tarea de prevención de la enfermedad dirigida a estudiantes de las escuelas agrotécnicas. El objetivo del plan apunta a concientizar a los más jóvenes sobre la gravedad de la problemática del HLB, y como lograr, a través de ellos, un efecto multiplicador sobre como orientar a la sociedad tucumana en la lucha contra este terrible flagelo.
Cabe recordar que algunos estudiantes de estas escuelas serían miembros de familias de productores o bien podrían ser absorbidos en el futuro por distintas empresas citrícolas del medio.
Todo ello llevó a considerar a las escuelas agrotécnicas un estamento fundamental en la lucha para evitar el ingreso de esta terrible enfermedad y es por ello que en los dos últimos meses se brindaron capacitaciones a 510 alumnos pertenecientes a 12 establecimientos que están ubicados en distintos puntos del área citrícola de la provincia de Tucumán.
La multiplicación de contactos de la sociedad con el conocimiento básico que permita alertar acerca de signos en plantas o presencia del vector, fortalece la capacidad preventiva del conjunto.
De acuerdo a la experiencia internacional en la materia, se deben respetar los controles fitosanitarios impuestos por el Senasa en el territorio nacional, realizar el monitoreo intenso, minucioso y sistemático de fincas y arbolado urbano para la identificación de la presencia del vector y de plantas hospederas del insecto vector que es el mirto. Los productores deben utilizar sólo plantines obtenidos en viveros protegidos y autorizados por el Senasa.