El Itanoa, un aliado científico del sector productivo

INVESTIGACIÓN. El Itanoa está desarrollando un bioproducto que actúa como vacuna vegetal contra enfermedades y plagas, protegiendo a cultivos como la caña de azúcar, cítricos, soja y trigo.

(Fuente EEAOC, publicado en La Gaceta) El instituto, de doble dependencia (Eeaoc-Conicet), busca contribuir con el desarrollo sostenible en términos sociales, ambientales y económicos.

El Instituto de Tecnología Agroindustrial del Noroeste Argentino (Itanoa) es una
unidad ejecutora de doble dependencia, entre la Estación Experimental
Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc) y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet).
El organismo fue creado en 2013, con un perfil muy específico tendiente a
fortalecer la articulación del conocimiento científico agroindustrial con el
sector productivo.
El director técnico de la Eeaoc, Daniel Ploper, dialogó con LA GACETA Rural.
Entre otros, contó cómo surgió la integración entre ambas instituciones,
quiénes integran el Itanoa y cuáles son los beneficios de sus desarrollos para la
actividad productiva.
– ¿Por qué se creó el instituto?
– El motivo principal que llevó a constituir el Itanoa fue unificar esfuerzos entre
el Conicet la institución nacional de mayor importancia científica del país– y la
Eeaoc, que desde 1909 impulsa el desarrollo agroindustrial del NOA con
ciencia y con tecnología. Su conformación constituyó una continuación lógica
de políticas que fueron diseñadas para mejorar la productividad de las
principales agroindustrias, considerando los aspectos ambiental y social para
generar un desarrollo sostenible. El desarrollo sostenible, según la Comisión
Mundial del Medio Ambiente y el Desarrollo de la ONU, es aquel que debe
satisfacer las necesidades del presente sin comprometer, por ello, la capacidad
de las generaciones futuras a la satisfacción de sus propias necesidades.

– ¿Cuál fue la premisa principal a la hora de plantear su creación?
– La idea principal pasaba por profundizar y por consolidar el paradigma de que
la ciencia es una condición necesaria, pero no suficiente, para el desarrollo
sostenible. Porque para lograrlo, el sistema científico debía estar conectado
con el sistema socioproductivo.

– ¿Cuál es el objetivo de Itanoa?

– El instituto tiene como objetivo principal contribuir con el desarrollo sostenible
en términos sociales, ambientales y económicos, por medio del avance en el
conocimiento orientado a la generación de tecnologías que mejoren la
productividad, la sanidad, el procesamiento y la prospectiva industrial de
cultivos y de biomasa vegetal.
– ¿Quiénes lo dirigen?
– Actualmente el Itanoa está dirigido por el coordinador del Programa Granos
de la Eeaoc, Mario Rodolfo Devani, y por Atilio Castagnaro, director original del
instituto. Debido a este último fue designado director del CCT ConicetTucumán, Devani asumió como director interino del Itanoa. Para la toma de
decisiones existe un Consejo Directivo, que está conformado por
representantes de los diferentes estamentos (investigadores, técnicos y
becarios), del Conicet y de la Eeaoc, a raíz de la doble dependencia del instituto.
– ¿Quiénes lo conforman?
– El Itanoa está conformado por investigadores, por técnicos, por becarios y por
operarios con amplia experiencia en desarrollos tecnológicos y en
investigación de alta calidad, en diversas áreas: la fitopatología, el
mejoramiento genético vegetal y la producción de semillas, la biotecnología, la
zoología agrícola, la química y la ingeniería industrial. Todos ellos realizan un
trabajo multidisciplinario coordinado y articulado en pos del objetivo del
instituto.
– ¿Sobre qué se investiga?
– Uno de los desafíos actuales en el que está involucrado el Itanoa consiste en
que a la vez que se preserven los ambientes naturales se pueda producir
suficiente cantidad de alimentos y energía renovable, que posibilite mejorar la
calidad de vida de nuestra región. Debido a ello, el Itanoa fue planificado desde
un principio para trabajar en cuatro temáticas de la bioeconomía, de importancia para la región: bioenergía, bioproductos, biotecnología y sanidad
vegetal. Rápidamente estas áreas del conocimiento fueron integradas en seis
Proyectos de Desarrollo Tecnológico y Social (PDTS) del Ministerio de Ciencia,
Tecnología e Innovación Productiva de la Nación, articulados tanto con los
cinco programas que conforman la estructura académica conceptual de la
Eeaoc -Caña de Azúcar, Granos, Citrus, Industrialización de la Caña de Azúcar y
Bioenergía- como con la organización matricial administrativa (secciones de la
Eeaoc).
– ¿Cómo funcionan los PDTS?
– Son los pilares del Itanoa, aprovechan la capacidad y experiencia histórica de
la Eeaoc en su inserción en el sistema productivo y las combinan con nuevo
equipamiento y recursos humanos que aporta el Conicet, para confluir en el
objetivo común de producir conocimiento que mejore la tecnología
agroindustrial y contribuir al desarrollo sostenible del NOA. La generación en la
región de Bioeconomía basada en el conocimiento se lleva a cabo mediante
bioproductos. Se realiza para promover el crecimiento vegetal y para un manejo
fitosanitario sostenible, de variedades obtenidas por mejoramiento genético
convencional y molecular, de producción de semillas de alta calidad obtenidas
mediante saneamiento y micropropagación vegetal, de nuevas tecnologías de
cultivo y de manejo integrado de plagas, enfermedades y malezas, y de
técnicas para mejorar la sostenibilidad industrial utilizadas en la producción y
el procesamiento de alimentos y energía a partir de biomasa de origen vegetal.
– ¿Podría mencionar algunas investigaciones en las cuales participó el Itanoa?
– Entre muchos otros, la más reciente es el desarrollo de un bioproducto a partir
de la proteína de un hongo, el cual actúa como vacuna vegetal protegiendo de
enfermedades y de algunas plagas a cultivos como la caña de azúcar, cítricos,
soja y trigo.
– ¿Cuál es la principal característica de esta fusión entre la Eeaoc y el Conicet?
– Lo más importante es haber sido capaces de aprovechar la experiencia
centenaria de la Eeaoc y de constituir un equipo científico y tecnológico que
trabaja en forma articulada con otros grupos de filiación diversa, pero con un
objetivo común: mejorar los procedimientos productivos en la actividad
agroindustrial, para contribuir a generar sociedades más justas y solidarias, no
sólo en el presente sino también para las futuras generaciones.

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