Recomendaciones para determinar y mantener la calidad de la semilla

(Fuente: Suena a campo) La Ing. Agr. Cynthia Prado del laboratorio de calidad de semillas de la EEAOC, brindó Suena a Campo un informe de los parámetros que se debe tener en cuenta a la hora de analizar la calidad de los materiales a sembrar.

Para lograr un un buen análisis de calidad de semillas es fundamental tomar una muestra verdaderamente representativa, en ese sentido, la entrevistada indicó que son el punto de partida y marcan el éxito de los resultados del análisis. “Si  la muestra que llega al laboratorio no está bien tomada, los resultados decaen y tienen menos precisión. El muestreo debe ser realizado a conciencia, debe ser representativo del lote que queremos investigar, debe ser tomado aleatoriamente, y debe estar constituida por pequeñas sub muestras tomadas en numerosos puntos del silo. Cuanto más intenso sea el muestreo, más peso tendrán los resultados” añadió.

Según la ingeniera, los parámetros más importantes son los atributos fisiológicos. Dentro de ellos el más utilizado es el Test de germinación o Poder Germinativo (PG) y complementa con un test de vigor.

Además, señaló que la pérdida de calidad se puede dar en diferentes etapas. “Existe una etapa en la que la semilla está en la planta en estado reproductivo y se llama etapa de planta madre, en ese momento todo lo que le ocurra a la planta, como ser daños ambientales como excesos o escasez de lluvias o estrés por elevadas temperaturas, plagas, enfermedades o manejo mecánico durante la cosecha, puede afectar la calidad de la semilla, a esto se le llama deterioro a campo” explicó.

Una vez cosechada, según dijo la especialista, la semilla continúa expuesta al deterioro, por lo que debe preservarse en las mejores condiciones posibles para evitar la pérdida de vitalidad a través del tiempo. Se recomienda asegurar un buen almacenamiento, libre de humedad y elevadas temperaturas para preservar esa vitalidad que está en su punto máximo en la etapa de planta madre.

En relación a los resultados de los análisis, la ingeniera informó que se entregan unos 10 días luego de la llegada la muestra al laboratorio. “En un certificado de calidad, tenemos por un lado, la pureza de la semilla, PG, y peso de la semilla. Con estos datos, podemos calcular la densidad de siembra y ajustar los kilos por hectáreas que se van a necesitar. Hay una relación entre pureza de la semilla y PG que nos da el valor cultural que es el que se usa para el mencionado cálculo, a la vez es necesario establecer un número de plantas por hectárea que varía de acuerdo a la variedad. Esa información está disponible en los semilleros” expresó.

Para finalizar, comentó que, para la campaña que está comenzando, en relación a la soja, fue una campaña de calidad intermedia, promediando los valores de alrededor de 1400 muestras que ha recibido el laboratorio, se ha obtenido un valor promedio de 85% de PG, el cual es un valor cercano al límite inferior en el que podemos considerar apta una semilla. Pese a esto, el vigor no se ha visto perjudicado, por lo tanto, tomando todos los recaudos necesarios y utilizando bien la información de los análisis se puede tener siembras óptimas y con buena implantación del cultivo.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *