(Fuente: EEAOC, publicado en La Gaceta – 2 parte taller de maíz) Durante el desarrollo del “Taller de Maíz” que organizó la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc) de Tucumán, el análisis de la situación sanitaria del cultivo y las principales enfermedades y plagas que la atacaron en la campaña 2018/2019 también fue motivo de presentaciones de los especialistas.
La ingeniera agrónoma Catalina Aguaysol, de la Sección Fitopatología de ese centro de investigación, comentólos resultados obtenidos durante la campaña 2018/2019. Se realizaron prospecciones de enfermedades foliares a campo, en localidades de los departamentos de Burruyacu y Cruz Alta, en la provincia de Tucumán, y en Los Altos, Catamarca. Las enfermedades foliares se presentaron con diferentes niveles de incidencia y severidad según la susceptibilidad de los híbridos y según los ambientes. Las enfermedades que se observaron fueron “tizón de la hoja” (Exserohilum turcicum) con niveles de severidad inicial que variaron entre un 2% y 5%, y un nivel máximo para el híbrido más susceptible del 40% en localidades de la provincia de Tucumán. “En Los Altos, Catamarca, esta enfermedad alcanzó un nivel de severidad de un 30%. Asimismo, determinó la presencia de “roya polisora” (Puccinia polysora) y “mancha por cercospora” (Cercospora zeae-maydis), con niveles de severidad de un 10 % y un 15 %, respectivamente”, indicó.
“La incidencia de ‘mancha café’ producida por Physoderma maydis fue baja, no superó el 5% de plantas afectadas, con una severidad en hoja de hasta un 40% en la localidad de Overo Pozo. La presencia de síntomas producidos por bacteria fueron casos puntuales en las localidades de La Cruz y Puestos de Uncos (Tucumán), y en los Altos (Catamarca), donde se determinó como agente causal a Acidovorax avenae subsp. avenae causante de la enfermedad ‘rayado foliar del maíz’”.
Los híbridos
Aguaysol también informó sobre el comportamiento de los híbridos templados, tropicales y mezcla frente a “tizón de la hoja” en la macroparcela de Overo Pozo. “El grupo de híbridos templados presentó niveles de severidad en hoja que variaron entre 1% y 40 %; los híbridos mezclas entre 1% y 15%, y los tropicales entre 1 y 10% de severidad”. La profesional se refirió, además, a los resultados de las evaluaciones de la incidencia de patógenos en granos, en cinco macroparcelas ubicadas en Overo Pozo, Piedrabuena y Burruyacu (Tucumán); una macroparcela en General Mosconi, Salta, y una en Los Altos, Catamarca. Los valores promedios de incidencia en granos fueron entre un 10% y un 28% de F. verticillioides, en los tres grupos de híbridos en Overo Pozo, Piedrabuena y Burruyacu (Tucumán) y Los Altos (Catamarca), y menos del 10% en Mosconi (Salta). La incidencia promedio de F. graminearum alcanzó un máximo del 10 %, en Mosconi, y menos del 7% en el resto de las macroparcelas evaluadas. La incidencia promedio de Diplodia sp. (Stenocarpella maydis) no superó el 2,5%.
Por último, la especialista brindó recomendaciones referentes a la importancia de los monitoreos a campo, a partir de V8 hasta 15 días después de R1, para detectar la presencia de enfermedades, cuantificar los niveles de infección y tomar decisiones oportunas.