(Fuente EEAOC, publicado en La Gaceta) Aldo Noguera y Laura Tortora cuentan cómo trabajan en biotecnología.
El doctor Aldo Noguera, jefe de la Sección Biotecnología Itanoa (Eeaoc-Conicet) y la doctora Laura Tortora, responsable del Plan de Trabajo Uso de Bioproductos y Microbiología Agrícola Subprograma Agronomía de la Caña de Azúcar Eeaoc atendieron las consultas de LA GACETA sobre la actualidad de la biotecnología de la caña.
– ¿En qué etapa de avance está la biotecnología y la caña de azúcar en las investigaciones de la Eeaoc?
– La Estación Obispo Colombres (Eeaoc) viene desarrollando una fuerte actividad de investigación en el área de la Biotecnología, especialmente en caña de azúcar. Estas líneas de trabajo se desarrollan desde diferentes Programas y Secciones de la Eeaoc y también desde los Proyectos de Desarrollo Tecnológico y Social (PDTS) del Instituto de Tecnología Agroindustrial del Noroeste Argentino (Itanoa), organismo de doble dependencia entre la Eeaoc y el Conicet.
Se pueden mencionar diferentes temáticas en las que la institución se encuentra trabajando: a) Transformación genética de caña de azúcar, b) Cultivo de tejidos, c)Marcadores Moleculares, d) Bioproductos, e) Biofertilizantes y f) Bioherbicidas de malezas, con el objetivo futuro de obtener bioherbicidas naturales de origen vegetal a partir de estos extractos. Esto permitiría reducir el uso de herbicidas químicos que generan graves problemas de contaminación ambiental y pueden inducir mecanismos de resistencia entre las malezas. Por otro lado, se logra la reutilización del RAC generado durante la cosecha de los cañaverales, transformando este residuo en materia prima para la formulación de bioinsumos, logrando así su revalorización. Esto contribuye por un lado, al desarrollo de un sistema de producción de caña de azúcar más sustentable y por otro, brinda una herramienta de manejo de gran valor para incrementar la productividad de los cañaverales destinados a la producción orgánica, en los cuales la utilización de productos de síntesis no es una alternativa posible.
– ¿Qué buscan alcanzar?
– Se busca desarrollar tecnologías con impacto directo en el sector productivo con altos niveles de calidad y bajo costo, de forma que puedan ser utilizadas para el manejo agronómico sustentable de la caña de azúcar. Nuestra principal fortaleza es contar con grupos de trabajo interdisciplinarios formados por recursos humanos altamente calificados con gran dominio de la tecnología, y que cuentan con el know-how científico tecnológico y experiencia en I+D para desarrollar exitosamente cada una de las temáticas abordadas por la institución.
– ¿Tienen convenios de reciprocidad/colaboración en el mundo?
– * Proyecto de cooperación Internacional Pérez Guerrero. Eeaoc (Argentina) – Icidca (Cuba) – CEBA (Ecuador); * Convenios público-privados con empresas que comercializan biofertilizantes (Azur Soil SA); * Proyectos de I+D financiados por la Anpsyt (FITR, PICT); · Proyecto FOAR (Fondo Argentino de Cooperación Sur-Sur y Triangular). Es un Proyecto conjunto de investigación con el Instituto Nacional de Investigaciones de la Caña de azúcar (Inica) de Cuba; * Proyecto de Cooperación Internacional Pérez Guerrero – Instituto de Tecnología Agroindustrial del Noroeste Argentino (Itanoa) y UNT – Inica (Cuba) – Embrapa Seropédica (Brasil). Aprobado por Programa de la ONU para el Desarrollo, Cooperación Sur-Sur. 2018-2020
– ¿Cuáles son los desafíos y metas que pretenden alcanzar?
– Uno de los principales desafíos es lograr la implementación efectiva de las tecnologías desarrolladas en el sector productivo de nuestra región. Difundir correctamente la información generada y fortalecer los programas de concientización de la ciudadanía sobre la inocuidad y calidad de estos productos biotecnológicos a fin de incrementar las tasas de adopción de los mismos. Por otro lado, tenemos el desafío de transformar nuestras investigaciones en un proyecto de negocio capaz de generar un rédito económico apuntado a su propia sostenibilidad. Para ello, es de fundamental importancia establecer acuerdos productivos público-privados y alianzas estratégicas con empresas de base tecnológica que posicionen en el mercado el conocimiento que generamos a nivel local. El objetivo final es convertir nuestros conocimientos científicos y tecnológicos en hechos concretos que contribuyan a la sustentabilidad de nuestra producción agroalimentaria.
– ¿Estas investigaciones tienen techo o límites?
– Desde el punto de vista de la investigación en sí mismas, creemos que el límite está dado por la imaginación propia de cada investigador. Sin embargo, existen limitaciones de índole económico que dificultan los trabajos o bien hacen que los mismos se lleven a cabo en forma más lenta. Nuestra habilidad para aprovechar la oportunidad y superar las dificultades que atraviesan nuestros programas de investigación y desarrollo garantizará la aceleración de los mismos y su continuidad.