(Fuente: Portal Caña) Las empresas tucumanas, lo hacen luego de que la Justicia emitiera una cautelar a favor de Ledesma para que se respete un precio de venta esgrimido en el decreto reglamentario 109/07.
La Compañía Azucarera Los Balcanes, que dirige el empresario Jorge Rocchia Ferro, el grupo Luque, que conduce Emilio Luque y colegas de ambos grupos azucareros se presentaron este lunes ante la justicia solicitando que el gobierno nacional respete el precio del etanol de caña de azúcar.
Las empresas tucumanas, lo hacen luego de que la Justicia emitiera una cautelar a favor de Ledesma para que se respete un precio de venta esgrimido en el decreto reglamentario 109/07.
Las modificaciones que reclaman los empresarios se vienen dando desde 2017 cuando Energía hizo cambios en la fórmula a través de la Resolución 415 E donde se fijaron nuevas variables para determinar el valor de la tonelada del bioetanol de maíz y caña de azúcar. Luego en 2018 se volvió a tocar con la publicación de la Disposición 87, pero en abril pasado la Disposición 24 directamente la elimina y sostiene que hay que cambiarla por lo cual la deja sin efecto y publica el precio sin que se sepa cómo surge la misma.
La semana pasada la justicia dictaminó a favor de Ledesma y obliga a que el etanol que venda se rija a partir del precio actual del azúcar y no por lo establecido en Energía. Las demás industrias dependen de los valores que publica la Secretaria, desde ahí se entiende la necesidad del Secretario de Energía, Gustavo Lopetegui en armar una nueva fórmula.
Para tener en cuenta
Desde abril último, una resolución de la Subsecretaría de Hidrocarburos desactivó los procedimientos que se habían acordado en mayo de 2018 para determinar los precios de entrega del bioetanol en base a los costos de producción y un mínimo margen de utilidad.
Por esa decisión, cada litro de etanol de caña utilizado en el corte obligatorio de las naftas está fijado hoy en $22,73 y no en los $26,80 que correspondían de acuerdo con las fórmulas que el gobierno dejó sin efecto.
El relegamiento del precio del bioetanol plantea una transferencia anual de $2.400 millones desde el sector sucroalcoholero del NOA hacia las petroleras, que acrecientan sus márgenes de ganancia en los surtidores, con su poder de lobby, a expensas de uno de los pilares de la economía y el empleo de la región.
Cálculos sencillos permiten apreciar la magnitud de la brutal transferencia de recursos que tiene a los ingenios norteños cada vez más ahogados.