Una campaña para el olvido

(Fuente: Apronor) Parecería que este año los astros se alinearon en contra de la producción. Primero la sequía que afectó a la zona pampeana, más tarde las medidas del gobierno nacional y ahora las intensas lluvias en el NOA. Totalmente atípico, así fue el temporal, con volúmenes que resultan ser muy altos para esta época. Según datos proporcionados por la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC) el mes de octubre determinó valores récords nunca antes registrados en Tucumán. Por ejemplo, en La Invernada, en el sur de la provincia, se totalizaron cerca de 300 mm de agua caída, cuando el promedio de referencia es de 43 milímetros.

Esto significa casi un 700% más de los registros promedios. Esta misma situación se presenta en varias localidades de Tucumán, Salta y Santiago del Estero. Las consecuencias son desfavorables para varios cultivos, entre estos el trigo y el garbanzo. Los mismos estuvieron sometidos a 10 días consecutivos de intensas lluvias.

La alta cantidad de precipitaciones provocó el lavado y brotado de los granos. Los análisis arrojan que los valores de gluten y proteína son extremadamente menores a la calidad que requiere la industria molinera. De tal modo que las pérdidas son importantes, de acuerdo a un relevamiento que realizó APRONOR, el 80% de las hectáreas sembradas con trigo se encuentran afectadas, solo hay un 10% que logró escapar a esta situación porque fue cosechado antes del inicio de este periodo de lluvia debido a que eran lotes sembrados con variedades de ciclo corto y el otro 10% restante, corresponde a lotes que tuvieron fecha de siembra tardía y van a comenzar su madurez para cosecha en los próximos días. Pero las esperanzas en este bajo porcentaje se desvanecen ante los pronósticos de nuevas lluvias.

En el garbanzo la situación es aún peor, donde ni siquiera se justifica ingresar a los lotes con las cosechadoras. Estamos finalizando una campaña que será de quebranto para el productor. Vimos una vez más como nuestra inversión, trabajo y esfuerzo se esfumaron por esta inclemencia climática. Como si fuera poco, se suman problemas sanitarios y de malezas. Este año para la siembra de soja y maíz la inversión, en preparación de los lotes, será mayor y la situación se agrava con lo inaccesible del financiamiento por las altas tasas. El productor contaba con el trigo y garbanzo para invertir en la compra de insumos para la campaña gruesa. Por todo esto, desde APRONOR solicitamos al gobierno provincial considerar esta situación y declarar la emergencia agropecuaria para estos cultivos.

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