(Fuente: Clarín) Funcionarios del gobierno y expertos del sector privado aseguran que hay daños “irreparables”.
Entre la falta de lluvias en las tierras más ricas y el exceso de agua en el norte, decididamente el clima le está pasando factura a la cosecha argentina. A eso se añade que tanto en Brasil como en Estados Unidos se esperan volúmenes nunca antes registrados. Así las cosas, habrá menos granos y menores precios. Esta vez, menos por menos no será más.
El subsecretario de Agricultura, Luis Urriza, dijo que “vemos un impacto importante”. “Esperábamos repetir la campaña récord del año pasado cuando alcanzamos casi 137 millones de toneladas. No llegamos. En soja estaremos cerca de 50 millones. La falta de agua está ocasionando daños irreversibles”, señaló. Según su visión, si llueve en los próximos días podría mejorar el panorama.
“La moneda está en al aire” sintetizó Urriza al recordar que el trigo, que se cosechó en diciembre, es la excepción al lograr una cosecha récord de 18,5 millones de toneladas.
Para el consultor Pablo Adreani, las lluvias no aparecieron a la zona núcleo y por primera vez se dejaron hectáreas sin sembrar en la Argentina: 1,3 millones de hectáreas que estaban destinadas a soja y 1 millón para el maíz. De esta manera, la cosecha de soja prevista en 57 millones de toneladas se recortaría a 47 millones y la de maíz de 40 millones a 35 millones.
En números y a los pecios actuales implica una pérdida de 4.000 millones de dólares en el caso de la oleaginosa y 1.000 millones en el del cereal. El fisco, a su vez, sufre por lo que deja de cobrar por retenciones. La merma se estima en 1.120 millones de dólares.
Adreani cree, sin embargo, que las cotizaciones internacionales no se desinflarán, precisamente por el impacto de la menor cosecha argentina. Después de todo, somos el primer exportador mundial de harina y de aceite de soja. Un dato: la semana pasada la cotización de la oleaginosa pegó un pequeño salto en Chicago. Hace un año se pagaba la soja a la salida del campo en 230 dólares la tonelada y en estos días, 280. Algo parecido pasa con el maíz: 130 dólares en 2017 y 150 ahora.
En las exportadoras de granos los que imaginaban pronósticos del tiempo en apariencia más benévolos están modificando proyecciones, cambio climático mediante. La sequía está afectando al maíz en su etapa de floración con lo que sus rindes serán menores. Y a la soja en el momento crítico del llenado de las vainas. Emilse Terré, de la Bolsa de Rosario, habla de un fuerte deterioro en los cultivos.
Daniel Pelegrina, titular de la Sociedad Rural, estimó en 12% la disminución de los rindes en una campaña en la que se invirtió más en tecnología. Habrá 81 millones de toneladas de granos para exportación cuando la campaña pasada eran 95 millones. Son 14 millones de toneladas menos. Demasiado