En la Expo de Apronor: HLB La experiencia mexicana

Fabián Rivadeneira (centro) flanqueado por Hernan Salas (izq) y Gerardo Gastaminza, ambos de la EEAOC,

(Fuente: EEAOC) Productores y técnicos vinculados a la actividad citrícola colmaron la carpa destinada a las charlas organizadas en el marco de la feria de Apronor este año, para escuchar, el pasado sábado 25 de marzo, lo que Fabián Rivadeneira vino a contarle a los tucumanos acerca de lo que están haciendo en México a propósito del HLB.

Rivadeniera es funcionario del Senasica (Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria) organismo perteneciente al Estado Federal de México equivalente al Senasa argentino. Es además uno de los tres coordinadores operativos de la campaña que actualmente despliegan el estado nacional, los estados provinciales y los municipios del hermano país del Norte ante el avance hasta hoy imparable de la temible enfermedad de los cítricos.

Con un promedio de casi 8 millones de toneladas anuales, México es el 4º país productor de cítricos en el mundo, con 572.000 ha distribuidas en 24 estados -equivalentes a nuestras provincias argentinas- de un total de 32. Entre ellos, Veracruz es el que posee la mayor superficie de cultivo con 250.000 ha. hay otros con solo 400 y está el caso especial de Yucatán, que cuenta con 18.000 ha explotadas por algo más de 15.000 pequeños productores con un promedio de una hectárea cadauno. México produce naranjas (60%), limones mexicanos y persas (30%) y en menor proporción mandarinas y pomelos  (10%). Actualmente, tanto las especies dulces como las agrias han resultado infectadas.

A la hora de manejar la epidemia, la multitud de voluntades implicadas, más la gran dispersión que ha alcanzado la enfermedad desde que fuese detectada en 2009, hacen muy ardua la tarea de manejo y de control. Bajo la coordinación del Senasica funcionan 24 Comités Fitosanitarios, uno para cada estado productor afectado. Cada comité está integrado a su vez por un  coordinador local o presidente y de cada Comité dependen Juntas zonales que se ocupan de cubrir el territorio para tareas que incluyen otros problemas sanitarios. El Senasica cuenta con el soporte técnico del Colegio de Graduados en Ciencias Agrarias y el concurso adicional de expertos e investigadores de distintas instituciones incluidas universidades.

Según Rivadeneira, más allá de las campañas de divulgación destinadas a toda la sociedad, especialmente durante los primeros dos años después de la detección de la enfermedad, los esfuerzos están dirigidos especialmente a involucrar a los productores en el control del vector y en la obligación de erradicar las plantas enfermas. Se realizan monitoreos con trampas en todo el territorio citrícola y dos aplicaciones anuales previas a los picos de incremento poblacional del psílido. También se está experimentando con dos o tres variantes de control biológico. Aún así, no solo no les ha sido aún posible disminuir significativamente el impacto de la epidemia ni evitar el surgimiento de nuevos focos, que no solo se dan en frutos agrios sino también en naranjas.Tanto los focos iniciales como los más recientes, han sido detectados en primer término en áreas urbanas con alto tránsito de ciudadanos y turistas.

El Estado Federal cubre los costos de los insumos y del personal afectado para estas tareas. Los productores, por su parte, los correspondientes a las aplicaciones y a la adquisición de nuevas plantas para el mantenimiento del volumen de producción, que de todas maneras ha disminuido.

La nota completa y agregados informativos de interés,  en el próximo número de  Avance Agroindustrial, que aparece en abril.

 

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