(Fuente: Los Andes) Así inició, esta semana, la licitación para la compra de vinos. Mientras el INV analiza 36 carpetas, una iniciativa privada busca ampliar el cupo de biocombustible como otro modo de diversificar.
Aquello de “poner los huevos en distintas canastas” parece querer prender en la vitivinicultura. Así, la necesidad de una diversificación mixta para neutralizar la sobreoferta de vino se tradujo en un operativo coyuntural de licitación de volúmenes impulsado por el Gobierno, que en su primera semana ya atrajo ofertas por 5 millones de litros.
Mientras tanto, empieza a girar una iniciativa pensada para el mediano y largo plazo: destinar buena parte de la uva criolla a elaborar bioetanol, a partir de una iniciativa privada que busca apoyo de la Provincia para destinar al menos 1,7 millón de quintales.
Del volumen que al menos 120 productores, mayormente de la zona Este, pusieron a disposición de Mendoza Fiduciaria, administradora del fideicomiso de $ 75 millones que pagará $ 3,10 en tres cuotas, el INV ahora analiza 36 carpetas por un total de 1,93 millón de litros. El Instituto debe chequear la titularidad (hay muchos casos de sucesiones que complican el trámite) y sobre todo la calidad del vino a transar, antes de que se apruebe su compra.
En el Ejecutivo hay satisfacción, habida cuenta del saldo parcial del operativo iniciado el martes 23). “Teniendo en cuenta que apuntamos a un universo de 823 productores, notamos mucho interés, tanto por presentaciones personales como en internet. De hecho, hubo una respuesta casi inmediata, sobre todo desde la zona Este, que representa un 90%”, subrayó el subsecretario de Agricultura, Alfredo Aciar, con los primeros números de Mendoza Fiduciaria y delegaciones del Fondo de Transformación en la mano.
En orden de importancia, también hubo las ofertas de productores de hasta 20 hectáreas de Alvear, San Rafael y Lavalle. En el Este, de acuerdo al detalle, 4 de cada 10 presentaciones provienen de San Martín, en tanto que otro 28% son de viticultores de Junín y un 24% de Rivadavia.
Desde el Ministerio de Economía le atribuyen una incipiente reacción del mercado, donde las bodegas ya salen a asegurarse volumen y calidad, incluso desde Mendoza a San Juan. “Ha hecho tensar un poco más los precios. Más allá de que habrá menos disponibilidad de uva por el clima, ayuda a empujar la tendencia alcista en las tintas”, añadió Aciar.
Los sondeos en los distintos oasis parecen darle la razón. Luego de 3 años en que apenas sumaron unos centavos en torno a los $ 6, la mejor uva malbec de Valle de Uco se cotiza entre $ 10 y $ 12, un repunte del 100%. Y aunque habrá que esperar a marzo por las criollas, de a poco las “charlas” la acercan a $ 2 por kilo y algo más si es para mosto.
La idea de bioetanol de uva
La destilación para obtener bioetanol fue una de las puntas de lanza de la “diversificación mixta” que aún discuten los ministros de Mendoza y San Juan en el marco del acuerdo interprovincial. No obstante, fue una empresa productora de uva y pasas de San Juan, Lomas del Sol, la que recogió el guante con un proyecto concreto: destinar de 1,3 a 1,7 millón de quintales de una uva criolla “multipropósito” (mosto, vino y alcohol), o 7% de cada cosecha, a obtener 400 litros por tonelada.
De acuerdo a Alberto Núñez, representante en Mendoza de la firma, “se necesita uva multipropósito, capaz de convertirse en bebida, alimento y energía, que asegure 500 quintales por hectárea. Sería la salida para productos sin mercado, con demanda creciente de combustibles alternativos”.
La iniciativa contempla, a partir de materia prima capaz de producir hasta 18º, la elaboración de un “bío-mosto” no vinificable, con levaduras genéticamente modificadas, destinado a la destilación para obtener alcohol de 92º y finalmente biocombustible de 99,9º.
Con la decisión de la Secretaría de Energía de la Nación de ampliar el cupo legal para los biocombustibles del 10 al 12% del total que se comercializa en el país, la idea se potencia. Pero, aún con capacidad ociosa en las alcoholeras locales, gobierno y privados apuntan al lobby para conquistar una mayor cuota a favor del alcohol derivado de la uva, en un negocio dominado por productores de maíz y los ingenios azucareros.
El precio, aunque regulado, es otro factor: actualmente el derivado de azúcar percibe el mayor precio y es el que el sector vitivinícola podría equiparar, hasta con efecto derrame para el productor. “No depender de un solo producto ni de una bodega para su uva le aseguraría al productor un flujo de caja constante”, destacó Núñez como valor agregado.
Según datos de la Secretaría de Energía, en Argentina se consumen casi 600 mil metros cúbicos de bioetanol, con una participación mayoritaria (un 60%) del derivado de maíz y el resto a base de caña de azúcar.
El proyecto promete una productividad cercana a 7.000 litros por hectárea, por encima de los 6.200 de la caña y de los 4.000 del maíz.Ya hubo contactos informales con YPF, primer destinatario. Y así como lo hizo el subsecretario de Energía provincial, Emilio Guiñazú, el viernes 26 ejecutivos de Lomas del Sol se reunieron con funcionarios nacionales para pedir la ampliación del cupo.
De todos modos, las urgencias de la vendimia dejarán la definición para la campaña 2016-2017.