(Fuente: La Gaceta) Hernán Salas, experto de la Eeaoc, reseña cómo actúa la plaga en Argentina. Hay zonas libres y otras en crisis. Recomendaciones
El Huanglongbing (HLB) o “enfermedad del brote amarillo” es una enfermedad infecciosa distribuida por varios países productores de cítricos de Asia, desde el siglo pasado. Esta enfermedad tiene un vector el cual es un psílidoDiaphorina citri que transmite la bacteria causante,Candidatus liberibacter, desde árboles enfermos a árboles sanos, y a otros hospederos alternativos como “Murraya paniculata”, describió el doctor Hernán Salas, Coordinador del Programa Citrus de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc) de Tucumán.
En América se la considera como una enfermedad emergente, observada por primera vez en plantas de naranjo dulce en el Estado de San Pablo, Brasil, en marzo de 2004. Meses más tarde del mismo año se demostró que el HLB estaba presente en 46 municipios de dicho Estado, con algunas plantaciones severamente afectadas, lo que sugería que la enfermedad había estado presente por varios años, pero sin haber sido adecuadamente diagnosticada.
El psílido asiático vector del HLB ha estado presente en Brasil desde 1942. En agosto de 2005, el HLB fue descubierto en Florida (EEUU), en un árbol de pomelo, siete años después de la detección del psílido vector en la misma zona, y desde allí se encontró diseminada por la zona productora, ocasionando severas pérdidas a la industria.
En Cuba fue observada en febrero 2006, causando pérdidas de hasta casi el 50% de la superficie implantada con cítricos. En 2008, en República Dominicana; mientras que al siguiente año, otros países como Belize, Honduras y luego en México, Honduras y finalmente Nicaragua en febrero de 2010. En 2011, Texas (EEUU) reportó la presencia de HLB y Riverside California (EEUU) la detección del agente vector en esta área citrícola. En esta última, en 2012, se detectó el primer caso positivo en una planta y en 2015, el segundo, pero no en quintas comerciales.
En nuestro país
En Argentina, en la región NEA, se reportó la presencia de Diaphorina citri desde 1994, y en 2012 se detectaron los primeros casos de plantas positivas en Misiones.
En todos los casos, una vez detectada la enfermedad, su progreso fue irreversible y con consecuencias gravísimas para la actividad citrícola.
Todas las especies comerciales de citrus y cultivares son sensibles a HLB; y las plantas, una vez afectadas, no se recuperan y se tornan comercialmente improductivas.
Las plantas, una vez infectadas, muestran síntomas sólo después de un cierto período de aproximadamente 6 a 12 meses. La planta afectada, inicialmente manifiesta amarillamiento de uno o más brotes que con el tiempo se extiende a toda la planta ocasionando la muerte de la misma en algunos meses, hasta años, dependiendo de la edad en que la planta fue infectada con el patógeno. Los síntomas en hojas se describen como manchas irregulares y asimétricas y se confunden con deficiencias nutricionales. En frutos se produce deformación y asimetría, reducción del tamaño, mayor espesor de la cáscara que lo normal, aumento de la acidez, inversión de color, reverdecimiento de la cáscara, aborto de semillas, y caída prematura de frutos.
Desde distintos medios se intenta concientizar a la comunidad sobre el peligro que implicaría la presencia de la bacteria en la región. Diversas instituciones y asociaciones vinculadas a la citricultura, además de la Eeaoc, trabajan en forma preventiva para alertar sobre esta situación (Senasa, ATC, Afinoa, INTA, Ministerio de la Producción de Tucumán, Ministerio de Agricultura de la Nación, etc.).
Tucumán es el principal productor mundial de limones y su participación en el mercado de las otras especies cítricas es poco significativa. La industria está montada para esta especie, lo mismo que el mercado exportador.
La zona NEA, junto con Salta y Jujuy, se especializan en la producción de naranja y mandarina.
Preservación
Salas también insistió en “la necesidad de preservar la excepcional situación de Tucumán respecto al HLB. Estamos calificados hoy como ‘zona 1’, es decir, ausencia del vector y la bacteria. Esto nos diferencia del resto de las zonas productoras del país. Salta, Jujuy y gran parte del litoral están en ‘zona 2’ -con presencia del vector-; mientras que en el NEA, hay un sector de ‘zona 3’ con presencia de vector y bacteria y una ‘zona 4’ de contingencia, donde se detectaron plantas infectadas que ya han sido erradicadas”. “Sigue siendo de vital importancia mantener la provincia en el status de ‘zona 1’. Hacemos, por tanto, un nuevo llamado a la conciencia de todos los ciudadanos -vinculados o no a la producción citrícola- para que tomen extremas precauciones en el sentido de no traer materiales (frutas y plantas) de otras regiones. Sí está permitido, por caso, traer frutas previamente lavadas, cepilladas y procesadas en empaques”.
El traslado de material vegetal sólo puede realizarse a través de los centros de saneamiento. “Nadie puede trasladar frutas o plantas de manera particular. Trasladar plantas desde el NEA en forma particular sería una actitud sumamente irresponsable”, enfatiza Salas. Para mayor información, se recomienda acudir a la Eeaoc.