(Fuente: La Gaceta)Un informe de la Eeoac señala que más de un 20% del total del área cañera sigue sin cosechar y que la distribución no es pareja. La Experimental advierte que más precipitaciones limitarán el desarrollo de la campaña, que transita el último tramo.
La lluvia que se ha generalizado en la zona productiva de la provincia interrumpió la cosecha y la molienda de caña alrededor de 10 días y condicionó el trabajo en el campo y en los ingenios. Inclusive, la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc) advirtió que nuevas precipitaciones, aunque sean de bajos volúmenes, podrán perjudicar o limitar los intentos sucesivos para continuar con la crítica zafra 2015. Por caso, el ingenio Concepción cerró su año de manera anticipada.
La entidad realizó un análisis de la actual situación, tras lluvias que alcanzaron los 100 milímetros en gran parte del área cultivada. En su informe señaló que el productor disminuirá su producción al tener que dejar caña en pie. En consecuencia, tendrá menor ingreso financiero, producto de la baja disponibilidad de azúcar para la venta.
La Eeaoc señaló que se estima que la caña que queda aún en pie representa un poco más del 20 % de la total disponible: 3,8 millones toneladas. Aunque dejó en claro que ese resto no está distribuido de manera equivalente o pareja entre los cañeros grandes, medianos y chicos. Las entidades cañeras vienen reclamando que se asegure la cosecha de los pequeños productores.
“Existen situaciones extremas en las que se pueden apreciar cañeros que ya terminaron su zafra y otros que ni siquiera la empezaron. En el medio de estas dos situaciones, todas las otras alternativas intermedias posibles. “Otro dato negativo es que no se han elegido los mejores lotes para dejar en pie”, expresó el trabajo. La Estación Experimental hizo hincapié en que hay que tener cuidado respecto de la introducción o uso del fuego para evitar pérdidas en los cañaverales.
El temporal de precipitaciones generó en los suelos un estado de saturación hídrica, que no sólo suspendió la actividad de campo y fabril, sino que además condicionaría el desarrollo futuro de la molienda. Sin embargo, la Eeaoc consideró algunos aspectos para que el productor agrícola o el industrial haga el mejor análisis de su situación y, por ende, tome las decisiones más convenientes, con miras a tener el menor perjuicio para los ingresos de la explotación.
• Los bajos precios actuales de la bolsa de azúcar (hoy, a menos de $ 200) generan bajos ingresos por tonelada de caña entregada al ingenio.
• Se observaron condiciones de pisos deficientes para manejar en forma óptima la cosecha y el transporte, ya que se inició en período húmedo característico de fines de primavera y verano.
• Las dificultades para operar los equipos de campo implicarán mayores costos de cosecha y el transporte del campo a la fábrica. Las suspensiones y arranques sucesivos como consecuencia del período lluvioso conllevan también elevados costos de operación de las fábricas.
• La calidad de la materia prima disminuirá progresivamente después de las intensas lluvias y con la aparición de altas temperaturas características de fines de la primavera.
• Existe la posibilidad de provocar daños en los cañaverales con los equipos pesados, producto del exceso de humedad de los suelos. Por la operación de cosecha en estas condiciones, es posible afectar el potencial productivo del cañaveral y su vida útil, según el informe.
• Las ganancias productivas que tendrá el cañaveral en la zafra 2016, como consecuencia del crecimiento adicional que se producirá durante el período estival, que podría posibilitar un incremento del rendimiento cultural de entre un 20 y un 60 por ciento, de acuerdo a las características del cañaveral.
• Se evitan los costos de labores e insumos durante el cultivo, que normalmente se realizan durante la primavera en los cañaverales que se cosechan anualmente. Esto significa un importante ahorro para el productor.
• La posibilidad de mejores precios del azúcar para el año que viene. “Es difícil aceptar que puedan tener continuidad los bajos valores actuales, muy por debajo de los costos de producción”, se señaló en el trabajo.
“Ha sido una zafra buena en lo productivo. Hemos tenido una producción de caña por hectárea y un rendimiento fabril (10,65% en promedio) bastante buenos. Eso hizo que logremos altos rendimientos de azúcar por hectárea, superior a anteriores campañas marcadas por sequías y heladas”, dijo Jorge Scandaliaris, director asistente en Investigación y Tecnología Agropecuaria de la Eeaoc.
Aunque el técnico remarcó que la campaña fue negativa desde el punto de vista financiero. “En el desarrollo de la zafra no hubo un precio compatible con el incremento de los costos de producción. El sector tampoco pudo lograr financiamiento”, remarcó.
Lo que queda
– Unos 3,8 millones de toneladas de caña sigue en pie.
– Las entidades piden que se priorice la cosecha de los pequeños cañeros.