(Fuente: La Gaceta) Gerónimo Cárdenas, coordinador del programa de Bioenergía de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc), apostó ayer a la utilización masiva de los vehículos “flex” porque, de esa forma, se lograría el consumo de una gran cantidad de alcohol de caña de azúcar en el NOA.
La idea de impulsar el uso de autos con motores que funcionan a naftas y bioetanol (alcohol en base a caña o maíz) de forma indistinta llevaría a liberar stock para exportación, como forma de mitigar la crisis azucarera. La actual situación de la industria está marcada por los bajos precios internacional e interno, a raíz de una sobreoferta del azúcar, entre otros motivos.
El directivo de la Eeaoc remarcó que debe haber una “decisión política” en el ámbito nacional para poder desarrollar este mercado. “El alcohol de 96° no figura como combustible en la ley (nacional de energía). Es decir, hay que establecer una normativa para tal fin”, destacó. En esa línea, el ingenio químico afirmó que se inicia una “lucha” y que “los cambios ofrecen resistencia” ante la consulta de la prensa sobre posibles presiones en contra de la iniciativa desde el sector hidrocarburífero y políticos.
Ayer, Alberto Pérez, ministro de jefatura de gabinete del gobierno de la provincia de Buenos Aires, ratificó el acta compromiso que firmó el candidato a presidente por el Frente para la Victoria (FpV), Daniel Scioli, para Tucumán. Ese convenio contempló el incremento paulatino de la mezcla de alcohol en las naftas hasta un 15% (actualmente es de un 10%).
El funcionario visitó el ingenio sucroalcoholero La Florida.