Argentina se suma a las grandes ligas en avances agropecuarios

(Fuente: El Tribuno Campo) La CONABIA aprobó una papa resistente a virus y una soja resistente a sequía, obtenida por una empresa público-privada.

Argentina dio un importante paso en materia de avances agropecuarios al aprobar, la Comisión Nacional Asesora de Biotecnología Agropecuaria (CONABIA), dos eventos desarrollados por científicos del Conicet: una línea de papas resistentes a virus y soja tolerante a sequía.

Ambos eventos transgénicos desarrollados por investigadores del Consejo cuentan con una nueva aprobación y avanzan en su camino hacia el mercado. De acuerdo con la legislación vigente todo evento de transformación genética debe contar, para poder ser comercializado, con las aprobaciones de la Comisión Nacional Asesora de Biotecnología Agropecuaria (CONABIA) y del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), ambos dependientes del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca.

La aprobación del primer organismo determina que las modificaciones introducidas en las plantas no representen un riesgo para el medioambiente, mientras que el Senasa determina que el nuevo cultivo no ponga en peligro la salud humana o animal y que, desde el punto de vista nutricional, sea equivalente al cultivo sin transformar.

Raquel Chan, investigadora superior del Conicet y directora del equipo que desarrolló la soja tolerante a sequía, comenta que, si bien aún falta la aprobación del Senasa, esta noticia representa un gran avance en ese sentido. Además, la investigadora explica que el invernáculo construido por el Conicet en el predio del CCT Santa Fe donde se emplaza el Instituto de Agrobiotecnología del Litoral (IAL, CONICET-UNL) permitirá avanzar en el desarrollo de otros cultivos agronómicos modificados, algo que no era posible sin esta instalación y su correspondiente habilitación.

“Este invernáculo es una apuesta grande para generar un servicio de transformación de cultivos nacional”, dice. Para poder operar, el invernadero debe contar con dos aprobaciones del Instituto Nacional de Semillas (INASE): la primera determina que las instalaciones cumplen con las normas de bioseguridad para trabajar con organismos modificados genéticamente. Y la segunda aprueba con qué ensayos y genes se va a trabajar, y en qué plantas. Al momento el invernáculo cuenta con la primera y se está tramitando la segunda. Además, el Conicet ya cuenta con la certificación como operador de organismos genéticamente modificados.

“A futuro, la idea es crear en el IAL una unidad de transformación que brinde servicios a los laboratorios del Conicet en el país que desarrollan tecnologías en sistemas modelos y no las pueden llevar a una etapa superior, hacia un cultivo de interés agronómico”, dice Chan.

Con China

El presidente del Conicet, Roberto Salvarezza, participó de la primera jornada en el Centro Biotecnológico Agroforestal Chaco para rubricar una adenda por semilla de algodón y la firma de un convenio por regalías. En la ocasión también se celebró la reunión de Conabia y la quinta reunión del grupo de trabajo entre Argentina y China en Agrobiotecnología y Bioseguridad.

En su discurso, el presidente del Conicet destacó el crecimiento exponencial científico luego de la debacle del 2001, momento en el que la amenaza de cierre estaba latente en el organismo, hasta esta parte: los 10 mil becarios y 9 mil investigadores diseminados actualmente desde La Quiaca a Tierra del Fuego.

“Buscamos la integración nacional en materia de ciencia, y para eso nuestro mayor desafío es devolver los aportes que hace la ciencia a la sociedad, para que se utilice ese conocimiento”, afirmó y resaltó que que “hoy en día 600 pymes nacionales estén requiriendo los servicios de los investigadores del Consejo”.

“En la última década tuvimos un incremento del 45% en materia de transferencia. Eso significa que las empresas locales ya nos tienen como referencia”, indicó.

Una nueva empresa

Salvarezza anunció en este sentido que se está trabajando para crear una nueva empresa dedicada a biotecnología vegetal así como en 2013 comenzó a operar Y-TEC, la empresa del Consejo asociada con YPF-, que se llamara Q-ARAX y contará con cobertura geográfica y capacidades para abordar el desarrollo de cultivos y transferencia de tecnologías en las distintas regiones del país. Además de la participación del Conicet, esta empresa de capitales nacionales tendrá como socios a la Escuela de Jardinería, la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres, de Tucumán, Agrogenética Riojana SAMEP, y Biofábrica de Misiones S.A.

Por su parte el ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao, expresó la importancia de la transferencia en materia científica, y de cómo la misma pasó, con los años, a ser valorada en el ambiente de la investigación”.

 

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