El reto de la siembra gruesa es la maleza resistente

(Fuente : La Gaceta Rural) Los controles de las malezas resistentes al uso de determinados herbicidas, ocupan una parte importante en las tareas culturales previstas por los productores. Es que, a nivel país, las malezas producen pérdidas de rendimientos de entre el 14% y el 15%, lo que justifica sobradamente la inversión en tecnología. En el NOA el problema es mayor.

La siembra de los cultivos de granos en la provincia con vista a la próxima campaña, que generalmente comienza después de lluvias adecuadas que se registran hacia octubre, siempre y cuando las condiciones atmosféricas lo dispongan, será un desafío en cuanto a controles de malezas, sobre todo con aquellas que generaron resistencia al uso de ciertos herbicidas.

En las campañas de granos gruesas anteriores y durante varios años aparecieron inconvenientes relacionados al monocultivo, y son malezas que generaron resistencia y tolerancia a ciertos herbicidas las que prosperaron, por lo que deben monitorear sus campos para detectarlas y actuar en consecuencia.

Según los especialistas, las malezas se llevan entre un 14% y un 15% de los rendimientos a nivel país, lo cual en un contexto de demanda creciente de alimentos y de baja rentabilidad no es un número despreciable. Por lo tanto el desafío de mejorar la productividad está en la inversión en tecnología, ya que la superficie agrícola para la producción en secano es limitada.

Las malezas se fueron adaptando a los diferentes manejos que proponía el productor y logró, en alguna medida, sobrevivir generando resistencia y/o tolerancia al uso de herbicidas.

Los técnicos vinculados a las malezas afirman que con la soja RR y la siembra directa se observaron cambios en la población de las especies por la nueva forma de trabajar la tierra. Si bien en un comienzo no había problemas en el sistema, con el tiempo el medio fue cambiando por la presión de selección dada por el glifosato y el monocultivo de soja, y así comenzaron a aparecer nuevas especies tolerantes y hasta resistentes.

La aparición de la soja RR fue un hito, y se pensó que las malezas habían desaparecido, el hecho fue de tal magnitud que se llegó a pensar que ya no era necesario el apoyo técnico. El hecho de considerar que el problema ya estaba resuelto llevó a un grado de simplificación tal que la naturaleza respondió rápidamente.

El resultado de no querer ver es la verdadera naturaleza del problema, que es un proceso biológico y lo suficientemente dinámico y variable como para adaptarse a las nuevas situaciones. La realidad es que un herbicida no puede estar asociado a un cultivo, no es viable, y es necesario considerar otras herramientas de manejo.

Gramíneas

Hoy por hoy, los investigadores y las empresas trabajan para prever que no se agrave la situación. Es importante saber que es necesario complementar los nuevos productos químicos, para que no sigan apareciendo nuevas malezas y la problemática se extienda.

Hoy los productores de granos deben luchar para controlar gramíneas resistentes como Lolium (Raygrás), Equinocloa colona, Sorghum halepense (Sorgo de Alepo) y Eleusine indica (Pata de ganso).

También aparecen malezas de hoja ancha como Viola arvensis, Parietaria, Conmelina erecta y Conyza sp, por lo que la diversidad de malezas es amplia y por lo tanto los esfuerzos a realizar para controlarlas es amplio y diverso, como par evitar la proliferación de las resistentes o tolerantes.

El control de las malezas y evitar que generen resistencia o tolerancia hace que el trabajo que se deba realizar sea a mediano y largo plazo en el manejo del cultivo, y el hecho de que más del 50% de la tierra destinada a la agricultura actual esté en alquiler es un problema porque se ingresa al lote tardíamente y se complica fuertemente el manejo. Sucede que las plantas crecieron de más y el producto químico ya no las controla, por lo que la “solución” es aumentar las dosis y así promover mecanismos de resistencia. En nuestra región la sequía también perjudicó al sector que muchas veces, por la necesidad de sembrar rápido, no piensa en este grave problema.

Lo real es que en el NOA y en nuestra provincia los fenómenos biológicos de resistencia y tolerancia se presentan en mayor grado por la mayor temperatura y radiación. Al sorgo de alepo resistente que aparece en el norte se le han sumado oficialmente dos nuevas especies además de otras cuatro que están en estudio, evidencia la expansión acelerada de la problemática.

Sin duda que hoy pensar en malezas es algo muy importante debido a la situación y el momento en que los cultivos de invierno del NOA se encuentran. El productor podría ir monitoreando qué es lo que está pasando actualmente en su lote, correlacionarlo con la historia reciente y de esa manera evaluar qué es lo que se podría hacer para minimizar los problemas de resistencia.

Además el productor debe pensar que la diversificación tanto de cultivos como de métodos de control, de manejo, principio activo, modo de acción y hacer el tratamiento en el momento adecuado para el control eficiente de las malezas, es la herramienta fundamental para evitar la aparición permanente de resistencia o tolerancia a herbicidas.

 

Rotar no solo es un concepto de cambiar solo un cultivo, sino que los ingredientes activos, las dosis y los modos de acción también deben seguir ese concepto. Y para ello las empresas, los institutos de investigación agrícola con sus nuevos productos y ensayos diversos deben lograr poner al alcance de los productores las herramientas necesarias para el eficaz control de las malezas problemas y para disminuir la generación de resistencia de las malezas.

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