(Fuente: Infocampo) El interés de los ingenios surge luego de dos años de cosechas magras y con un escenario de precios internos poco rentables.
El sector azucarero se prepara para iniciar una nueva zafra, luego de dos años de cosechas magras y con un escenario de precios internos que hace que los ingenios miren cada vez con mayor interés el desarrollo de nuevas inversiones en generación de energía y biocombustibles, según publicó la agencia Télam.
Estimaciones privadas informaron que la producción de caña de este año rondará las 2,2 millones de toneladas de azúcar, bastante por encima de lo obtenido los últimos dos años, cuando el cultivo se vio muy afectado por la lluvia y las heladas caídas en las provincias productoras del Noroeste argentino, que explica el 90 por ciento de la producción nacional.
Si bien los precios del azúcar han tenido una recuperación importante en los últimos meses, cuando la bolsa de azúcar de 50 kilos pasó de un promedio de 150 pesos a más de 260 en la actualidad, las principales empresas del sector admiten que esa recomposición no es suficiente, por lo que apuestan a aumentar la producción de bioetanol y a la generación de energía eléctrica a partir del bagazo de la caña de azúcar.
Fernando Nebbia, presidente del Centro de Azucarero Argentino, dijo en diálogo con Télam que “si bien este año vamos a volver a tener una zafra normal, el sector viene con precios de quebranto”.
Otros voceros de la industria también afirman que si bien hubo una recomposición de precios, los niveles no alcanzan para cubrir la suba de costos que vienen teniendo en los últimos años.
Por lo bajo, los voceros del sector consideran que para alcanzar un nivel competitivo, se necesitaría una mejora en los precios “de por lo menos entre un 40 y 50 por ciento”.
En este escenario, la industria reconoce que lograr ese objetivo es muy difícil, por lo que apuestan a lograr mayor competitividad a partir de la diversificación.
“En ese sentido tenemos que reconocer las políticas del Gobierno, que nos dieron alternativas de diversificación de nuestra ecuación productiva, que se va a una parte para bioetanol y también se hizo un periodo de generación eléctrica, que va a ser el camino que el sector va a tener que transitar”, explicó Nebbia.
Desde distintas empresas del sector tienen proyectos en marcha para aumentar el nivel de producción de bioetanol, que se destina al corte de las naftas, que actualmente se encuentra en un 10 por ciento.
Por ejemplo, en Ledesma esperan producir este año un 15 por ciento más de bioetanol. La apuesta de la firma pasa por exportar cada vez menos azúcar y entregar más etanol al mercado interno.
“Queremos competir con tecnología, esa es la única forma de crecer en este contexto, y para eso es necesario invertir todos los años”, explicó Eduardo Nogués, gerente de Ledesma.
Sin embargo, la producción de bioetanol a partir de la caña compite con el bioetanol de maíz, que viene creciendo en el país.
Por eso, desde la industria apuestan a los distintos proyectos que existen para aumentar el corte de etanol en la nafta y llevarlo hasta un 20 por ciento, como ocurre en Brasil.
Con esos márgenes, la industria estima que recuperaría competitividad, tanto para el bioetanol de la caña de azucar, como para el de maíz.