(Fuente: EEAOC, Replicado en La Gaceta Rural, Agrositio, La Guía del Campo, Cuenca Rural, TodoAgro)
Las condiciones meteorológicas registradas desde principios de mayo en Tucumán, marcadas sobre todo por el exceso del volumen de lluvias y los días nublados o seminublados, impidieron el inicio en tiempo y forma de la cosecha de los principales cultivos de la provincia: caña de azúcar, citrus y granos.
Profesionales de la Eeaoc analizaron la situación en las diferentes actividades, frente a un panorama que -según explica un estudio refrendado por César Lamelas y Jorge Forciniti, de la Sección Agrometeorología de la Eeaoc- está caracterizado por la fuerte irregularidad en la distribución temporal y espacial de las lluvias.
Los volúmenes de precipitación de las zonas de referencia para los primeros 15 días de mayo alcanzaron, en algunas situaciones, los valores normales de todo el mes, y en otras los superaron ampliamente, llegando a triplicar o cuadruplicarlos.
Esto trajo como consecuencia la caída en los valores de radiación solar global, al punto de que fueron los más bajos registrados en los últimos 14 años, según los meteorólogos.
La humedad relativa, además, fue muy elevada, con una gran cantidad de horas con valores por encima del 80%.
Prácticamente todo el tiempo ha estado lloviendo, y eso indica que el goce de radiación fue de los más bajos en los últimos 14 años, es decir, desde cuando se tienen los registros de radiación solar con equipos electrónicos u automáticos.
Esas condiciones fueron inadecuadas para la cosecha de soja y maíz, y fueron propicias para enfermedades que podrían afectar la calidad sanitaria de la semilla, estiman los expertos.
Respeto de la actividad azucarera, el ingeniero Jorge Scandaliaris, coordinador del Programa Caña de Azúcar, afirmó que lamentablemente se están presentando condiciones altamente negativas para emprender exitosamente el proceso de cosecha, tanto en cantidad como en calidad. “Esto se debe a que el exceso de agua en los suelos impide el desenvolvimiento de los equipos pesados de cosecha y transporte. Perjudica, además, la maduración de la caña de azúcar, que necesita de días soleados con amplitud térmica, situación que no se produjo durante el mes de abril y lo que va de mayo”, explicó.
Scandaliaris sostuvo que si bien algunos ingenios comenzaron la zafra -La Providencia, Santa Rosa, Trinidad y en estos días también La Florida- la actividad se desarrolla con grandes dificultades.
Respecto de la estimación de los volúmenes de producción de la campaña actual, el especialista estimó una importante merma en la producción. “Este año la producción de caña de azúcar no será muy buena. Para efectuar nuestro informe de evaluación de producción -que será presentado en los próximos días- estamos trabajando en forma terrestre sin imágenes satelitales, dado que las nubes impidieron captar imágenes de buena calidad.
Sobre la calidad de la materia prima, indicó que el hecho de que la caña tenga menos contenido de sacarosa en los tallos implica que habrá que empezar la cosecha con una calidad menor, y eso repercute no sólo en el volumen de producción de azúcar sino también en el bolsillo de los productores, porque la materia prima se paga en función de la calidad.
Por su parte, Hernán Salas, coordinador del Programa Citrus de la Eeaoc, señaló que la reducción del volumen de limón cosechado en la actual campaña (mayo-agosto) será mayor al 50% e inclusive cercana al 60%; es una merma importante porque Tucumán, normalmente, exporta unas 270.000 toneladas de fruta fresca y destina un millón a la industria.
“Si este año estimamos una producción de 600.000 t y los envíos al exterior como fruta fresca seguirán haciéndose -ya que hay que mantener los mercados-, se exportarán unas 170.000 o 180.000 toneladas de fruta fresca; para la industria quedarán alrededor de 400.000 toneladas, cuando lo normal es un millón”, explicó el profesional. Esta situación tendrá fuerte impacto social, porque se trata de una reducción enorme de trabajo en razón del poco volumen de fruta para cosecha.
La actividad citrícola en Tucumán genera cerca de 30.000 puestos de trabajo.
En el caso del productor, siempre que aparecen estas contingencias se produce una mejora en el precio por la falta de oferta; pero en este caso hay productores que tienen menos de un 20% de fruta, por lo que, aunque tengan muy buen precio, deberán afrontar un año muy difícil.
De modo que el impacto social será sobre el productor, el cosechero y el personal que depende de la actividad limonera.
La calidad de la fruta, en líneas generales, es buena, como consecuencia del manejo sanitario que hicieron los productores y las condiciones meteorológicas que se dieron en la campaña, principalmente la ocurrencia de prolongados períodos de falta de lluvias.
No obstante se distinguen algunos sectores donde sí se observan daños por trips y algunas enfermedades fúngicas, como “botrytis” y “melanosis”.